20 septiembre 2007

Durán quiere influir en decisiones sobre Santay



Pola Ordóñez es una esmeraldeña que llegó en 1989 a la isla. Antiguamente se dedicaba a la agricultura, pero hoy subsiste del bono gubernamental de 30 dólares.

La alcaldesa del cantón vecino quiere incluir recorridos en lancha hasta la isla.

La alcaldesa de Durán, Mariana Mendieta, quiere formar parte de los proyectos que maneja la Fundación Malecón 2000 en la isla Santay.

Mendieta, quien hace referencia a la jurisdicción de la isla al vecino cantón, dijo que solicitará tener un representante de Durán “que participe de lo que se hace ahí o de lo que se piensa hacer”.

“Nadie puede poner una piedra en la isla Santay si no cuenta con el permiso correspondiente de la Municipalidad”. Con esas palabras la alcaldesa de Durán, Mariana Mendieta, retomó el 30 de agosto pasado su interés de formar parte de los proyectos que se realizan en la isla desde el 2000.

La funcionaria, que ya había mencionado su intención de hacer recorridos turísticos a la isla en el 2003, ahora quiere tener un representante en la Fundación Malecón 2000.

“Nosotros queremos participación en todo, no solo en el proyecto turístico; yo le he dicho al señor Gómez Centurión, y ahora se lo vamos a decir por medio del Concejo Cantonal, que tiene que haber un representante del cantón, para que participe de lo que se hace ahí o de lo que se piensa hacer”, indicó la alcaldesa.

Sin embargo, Pedro Gómez Centurión, gerente de la fundación, aseguró el martes pasado que no conoce ninguna propuesta de Durán, pero que está abierto a recibirla.

Explicó que la fundación hace un trabajo de conservación en la isla por ser un humedal Ramsar y que a partir de eso se ha dedicado a buscar toda la colaboración posible.

La administración de la isla Santay, fue entregada a la Fundación Malecón 2000 por medio de un fideicomiso en septiembre del 2001 y tiene vigencia durante 80 años.

La alcaldesa aclaró que ella no quiere que esto se interprete como un problema de jurisdicción. “Geográficamente y según las ordenanzas municipales la isla pertenece a Durán”.

Mendieta afirmó que su intención parte de un proyecto que la dirección de Turismo del Municipio lanzará en octubre, en el que quiere incluir recorridos en lancha hacia la isla. “Estamos dispuestos a firmar convenios con la fundación para que desde Durán la gente pueda visitar la Santay o la isla del Gallo”, refirió.

Pero este proyecto aún no es conocido por la fundación. “No conozco nada oficialmente, pero todo lo que sea turismo y que ayude a los habitantes de la isla está bien para nosotros”, dijo Gómez Centurión.

Habitantes
Mientras tanto, en la isla, sus habitantes, sus habitantes, alejados de las administraciones municipales, se preocupan de sus necesidades diarias.
La mayoría de las 45 familias que viven allí son de pescadores. Entre ellos está Jorge Achiote, de 46 años, quien vende sus pescados en el mercado Caraguay, porque les queda en frente de la isla, señala.

La ruta Caraguay-Santay es frecuente entre los isleños, pues de ahí se traen los comestibles, dice Gina Domínguez, que nació en la Santay hace 24 años. “Allá también nos quedamos para ir al hospital cuando los niños se enferman”, añade Gloria Achiote Berrezueta.

La ruta también sirve para traer a la maestra Ena Gomero, de la escuela unidocente Jaime Roldós Aguilera. Ella viaja a diario en canoa hacia la Santay, donde instruye a 39 niños desde hace siete años. Los padres de los pequeños se turnan para traerla y llevarla en un viaje a remo que tarda hora y media.

En cuanto a ayudas, los moradores de la isla tienen presente algunas. Achiote recuerda que hace tres años la Fundación Malecón 2000 les entregó las casas a las 45 familias, aunque les tocó ayudar a construirlas. El pescador de 46 años labora en el proyecto de reforestación que actualmente se realiza en Santay, eso le representa 8 dólares diarios.

Andrés Cruz Aguilar, que ayuda a los guías de la fundación cuando llevan turistas a la isla, agrega que la fundación también les consiguió el tanque de donde se proveen de agua.

Los botellones les cuestan 15 centavos y cuando se vacía, la misma fundación se encarga de llamar a la gabarra para comprar más agua.

De Durán recuerdan una vez la visita de la alcaldesa Mariana Mendieta, según María Elena Domínguez, aunque no tiene claro cuándo fue.

Sin embargo, Domínguez sí recuerda que “ella manda médicos cada mes, o cada dos meses” para que los atiendan.

Gloria Achiote Berrezueta
Habitante de la isla
“A la Caraguay cruzamos para comprar la comida o cuando el niño se enferma para llevarlo al hospital que queda allá en frente”.


Luis Alberto González
Habitante de la isla
“Acá estamos botados, no se puede sembrar porque es malo para el turismo. Tenemos que vivir de lo que nos dan los hijos”.

Fuente: EL universo, Septiembre 10, 2007

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