Estaremos poniendo al tanto de los próximos pasos para que este proyecto de apoyo de Amigos de Santay a la educación en esa comunidad tan querida por todos se concrete.
10 octubre 2016
Instalación de antena para señal internet para la escuela de Santay
Con la colocación de la antena sobre la torre del agua en la comunidad empezaron los trabajos para instalar la señal Internet para la escuela en Santay. Agradecemos al equipo del MAE en la isla por su apoyo logístico.
Estaremos poniendo al tanto de los próximos pasos para que este proyecto de apoyo de Amigos de Santay a la educación en esa comunidad tan querida por todos se concrete.
Estaremos poniendo al tanto de los próximos pasos para que este proyecto de apoyo de Amigos de Santay a la educación en esa comunidad tan querida por todos se concrete.
04 septiembre 2016
01 septiembre 2016
Benito Parrales, el lagartero de la Isla Santay
Por Jéssica Zambrano
Benito Parrales sostiene sobre su hombro a un cocodrilo de 1,75 metros, unos centímetros más de lo que él mide. Simula haber logrado una hazaña, mantener a 12 cocodrilos quietos, seguro lo es. Entonces los venda y les amarra el hocico. Demuestra que no les tiene miedo porque crecieron con él. A pesar de eso, ya no juega de la misma manera porque “los animales han crecido”.
Su historia con estos reptiles empezó hace 10 años, cuando los 11 cocodrilos que habitan en la Isla Santay nacieron en el Parque Histórico. El personal de la Fundación Malecón 2000, que en ese entonces manejaba la Isla, construyó un hábitat para que sean parte de la escena turística del lugar.
Cuando llegaron a la Santay, Benito presentó su hoja de vida para cuidarlos. Uno de los requisitos, además de pasar por una estricta capacitación, era no enfrentar ninguna enfermedad: ¡aprobado! “Yo los crié y los sigo manteniendo”, dice Benito. Los guardabosques que ahora cohabitan la Santay, como parte del manejo que ahora tiene en la Isla el Ministerio de Ambiente, también los alimentan, pero no tienen el estilo de Benito.
Son las 7:00 del tercer día de la semana. En la calle El Oro, al sur de Guayaquil, hay una cola de vehículos peleándose por el espacio. Hacia el oeste, a 30 minutos en bicicleta sobre el puente que conduce a la Isla, se encuentra la comunidad. También está el muelle, desde donde sale para ir a pescar. Casi todos los días a la misma hora sube a la lancha que le construyó su hijo, con ella consigue el alimento fresco para su familia y los cocodrilos.
Todos en la Isla Santay saben bien quién es Benito Parrales, pues además de cuidar a los cocodrilos es guía turístico, aunque no habla inglés; también es presidente de una Asociación de Pescadores Artesanales que se conformó hace 4 años. A pesar de que lo llaman ‘el lagartero’, se ha ganado la admiración de todos. Nadie quiere tomar la posta de su trabajo con los cocodrilos y lo quieren de presidente gremial hasta que “no pueda caminar”.
Hoy viste un pantalón azul de casimir, una camisa con cuadros intercalados entre el rojo, el negro y el gris, una gorra y zapatos blancos relucientes. Antes de irse por 2 horas a pescar cuenta su travesía con los cocodrilos.
Los comuneros lo escuchan, una vez más, mientras se sacuden los bichos que se amontonan en la mañana. Benito dice que los cocodrilos necesitan mantenimiento y cuidado. Confiesa que es el único capaz de bajarse a la loza que es parte de su cautiverio para alimentarlos, no lo hace desde fuera como los guardabosques. “Me bajo, los ‘chifleo’, cuando estoy cerca hablando con otros me miran, a ver qué es lo que estoy hablando. Yo no sé si ellos me entiendan, pero ahí está”, dice Benito mientras sonríe y se acomodan las líneas de expresión de su cara, que guardan el color de la tierra mojada
“¿Si tienen nombre? ¡Uy!... es que en eso todos nos equivocamos —ríe Benito—. Al principio, eran 2 hembras y 8 machos. Así lo había constatado el veterinario una vez que hizo la prueba cuando estaban recién nacidos”. Entonces, para Benito, respondían con el nombre de los compadres del programa Mi Recinto: Compadre Garañón, Dulio, Calavera, Calo, Modesto, Carechancho... Hasta que en el cambio de administración, de la Fundación Malecón 2000 al Ministerio del Ambiente, “nos dimos cuenta que nos habíamos equivocado en todo. Los 11 cocodrilos eran hembras y dejaron de tener nombre”.
Desde mayo, además de enfrentar ‘un cambio de sexo’, los cocodrilos se trasladaron a un nuevo hábitat, que es 3 veces más grande que el primero. Esta, es una gran laguna dividida en 2 con un cerramiento perimetral con pivotes de madera plástica y malla triple galvanizada. A este espacio, llegó también un nuevo miembro, Tone, el único macho y el único que tiene nombre. El reptil de 3 meses viene de Esmeraldas, mide 1,70 m y Benito acusa a su lugar de origen de los problemas que tiene con él, pues a veces obedece y a veces no. Lo más frecuente es ver cómo Tone rechaza la comida porque de seguro “como viene de Esmeraldas ha de querer comer encocao o tapao”, dice Benito.
Por un lado están las hembras y a un costado, el único macho; su convivencia es todo un trajín. “Antes, cuando ocupaban el espacio pequeño, no se peleaban. Acá, se dan duro”, asegura el cuidador. Los biólogos atribuyen los conflictos a una etapa de estrés como consecuencia del traslado.
Benito Parraless es parte de las 56 familias que habitan la comuna de la Isla Santay desde su nacimiento, un 12 de marzo hace 68 años. En la isla están sus hijos y nietos. Vive con su esposa que es cocinera, un hijo y una iguana de 2 años a la que han apodado Panchita.
Sus abuelos, como muchas de las familias que viven en el lugar, llegaron a la Isla desde Santa Elena. Cuando nació, el lugar estaba habitado por 7 haciendas ganaderas de terratenientes, que posteriormente fueron expropiadas. Ellos fueron reconocidos como los primeros comuneros. Creció en una época de abundancia en la isla, que muchos aún recuerdan. La abundancia era tanta, que los lugareños ni siquiera se comían los cangrejos que en cada paseo se metían debajo de las casas. Benito estudió la escuela en la tierra de sus abuelos, pero solo llegó hasta tercer grado. Cuando su padre murió él aún estaba pequeño, tendría unos 13 años, entonces su abuelo lo hizo trabajar.
Como muchos de los habitantes de la isla, aprendió a hacer de todo, desde peón hasta machetero. Su vida en la pesca empezó a los 8 años y los 15 se dedicó al trabajo del banano, fue calificador de guineo y luego estibador en la Autoridad Portuaria en Puerto Nuevo. Después, vivió en Los Ríos. Sembró cacao. Fue futbolista y boxeador.
En Los Ríos conoció a los exploradores que cazaban cocodrilos; los mataban por la piel. “Todo era plata, hasta el aceite”, dice Benito. Y aunque le pagaban para dar explicaciones sobre el paradero de los cocodrilos, jamás mató uno. Luego de esa experiencia fuera de la Santay, no ha vuelto a irse. En la actualidad, los cocodrilos de la especie Crocodylus acutus, que permanecen en Santay son uno de los principales atractivos turísticos de la isla, considerada un humedal donde habitan, además, diferentes especies de aves y mamíferos como los mapaches y tigrillos.
Según los especialistas, la presencia de los cocodrilos en Santay podría atraer más pájaros y será más fácil observarlos porque estos buscan hacer nidos en árboles cercanos a los reptiles para proteger a sus crías de depredadores. Benito asegura que los cocodrilos de la Isla Santay miden entre 1,70 metros y 2,50 m.
DEBE SABER Muchas personas suelen creer que estos son animales lentos, pero no es así. Aunque por lo general se mueven a un ritmo lento, suelen utilizarlo como ventaja en torno a su presa.
La mayor parte de su alimentación se compone de vertebrados, incluyendo peces.
Tienen un metabolismo lento. Eso significa que pueden pasar sin comer durante una semana.
Estos reptiles no pueden masticar. Por esta razón, cortan la presa, la sacuden y la despedazan. En ocasiones, la arrastran bajo el agua.
Los reptiles de la Isla Santay pertenecen a la especie Crocodylus acutus.
Los cocodrilos suelen consumir rocas. Esto les ayuda a equilibrar su sistema digestivo.
Fuente
Benito Parrales sostiene sobre su hombro a un cocodrilo de 1,75 metros, unos centímetros más de lo que él mide. Simula haber logrado una hazaña, mantener a 12 cocodrilos quietos, seguro lo es. Entonces los venda y les amarra el hocico. Demuestra que no les tiene miedo porque crecieron con él. A pesar de eso, ya no juega de la misma manera porque “los animales han crecido”.
Su historia con estos reptiles empezó hace 10 años, cuando los 11 cocodrilos que habitan en la Isla Santay nacieron en el Parque Histórico. El personal de la Fundación Malecón 2000, que en ese entonces manejaba la Isla, construyó un hábitat para que sean parte de la escena turística del lugar.
Cuando llegaron a la Santay, Benito presentó su hoja de vida para cuidarlos. Uno de los requisitos, además de pasar por una estricta capacitación, era no enfrentar ninguna enfermedad: ¡aprobado! “Yo los crié y los sigo manteniendo”, dice Benito. Los guardabosques que ahora cohabitan la Santay, como parte del manejo que ahora tiene en la Isla el Ministerio de Ambiente, también los alimentan, pero no tienen el estilo de Benito.
Son las 7:00 del tercer día de la semana. En la calle El Oro, al sur de Guayaquil, hay una cola de vehículos peleándose por el espacio. Hacia el oeste, a 30 minutos en bicicleta sobre el puente que conduce a la Isla, se encuentra la comunidad. También está el muelle, desde donde sale para ir a pescar. Casi todos los días a la misma hora sube a la lancha que le construyó su hijo, con ella consigue el alimento fresco para su familia y los cocodrilos.
Todos en la Isla Santay saben bien quién es Benito Parrales, pues además de cuidar a los cocodrilos es guía turístico, aunque no habla inglés; también es presidente de una Asociación de Pescadores Artesanales que se conformó hace 4 años. A pesar de que lo llaman ‘el lagartero’, se ha ganado la admiración de todos. Nadie quiere tomar la posta de su trabajo con los cocodrilos y lo quieren de presidente gremial hasta que “no pueda caminar”.
Hoy viste un pantalón azul de casimir, una camisa con cuadros intercalados entre el rojo, el negro y el gris, una gorra y zapatos blancos relucientes. Antes de irse por 2 horas a pescar cuenta su travesía con los cocodrilos.
Los comuneros lo escuchan, una vez más, mientras se sacuden los bichos que se amontonan en la mañana. Benito dice que los cocodrilos necesitan mantenimiento y cuidado. Confiesa que es el único capaz de bajarse a la loza que es parte de su cautiverio para alimentarlos, no lo hace desde fuera como los guardabosques. “Me bajo, los ‘chifleo’, cuando estoy cerca hablando con otros me miran, a ver qué es lo que estoy hablando. Yo no sé si ellos me entiendan, pero ahí está”, dice Benito mientras sonríe y se acomodan las líneas de expresión de su cara, que guardan el color de la tierra mojada
“¿Si tienen nombre? ¡Uy!... es que en eso todos nos equivocamos —ríe Benito—. Al principio, eran 2 hembras y 8 machos. Así lo había constatado el veterinario una vez que hizo la prueba cuando estaban recién nacidos”. Entonces, para Benito, respondían con el nombre de los compadres del programa Mi Recinto: Compadre Garañón, Dulio, Calavera, Calo, Modesto, Carechancho... Hasta que en el cambio de administración, de la Fundación Malecón 2000 al Ministerio del Ambiente, “nos dimos cuenta que nos habíamos equivocado en todo. Los 11 cocodrilos eran hembras y dejaron de tener nombre”.
Desde mayo, además de enfrentar ‘un cambio de sexo’, los cocodrilos se trasladaron a un nuevo hábitat, que es 3 veces más grande que el primero. Esta, es una gran laguna dividida en 2 con un cerramiento perimetral con pivotes de madera plástica y malla triple galvanizada. A este espacio, llegó también un nuevo miembro, Tone, el único macho y el único que tiene nombre. El reptil de 3 meses viene de Esmeraldas, mide 1,70 m y Benito acusa a su lugar de origen de los problemas que tiene con él, pues a veces obedece y a veces no. Lo más frecuente es ver cómo Tone rechaza la comida porque de seguro “como viene de Esmeraldas ha de querer comer encocao o tapao”, dice Benito.
Por un lado están las hembras y a un costado, el único macho; su convivencia es todo un trajín. “Antes, cuando ocupaban el espacio pequeño, no se peleaban. Acá, se dan duro”, asegura el cuidador. Los biólogos atribuyen los conflictos a una etapa de estrés como consecuencia del traslado.
Benito Parraless es parte de las 56 familias que habitan la comuna de la Isla Santay desde su nacimiento, un 12 de marzo hace 68 años. En la isla están sus hijos y nietos. Vive con su esposa que es cocinera, un hijo y una iguana de 2 años a la que han apodado Panchita.
Sus abuelos, como muchas de las familias que viven en el lugar, llegaron a la Isla desde Santa Elena. Cuando nació, el lugar estaba habitado por 7 haciendas ganaderas de terratenientes, que posteriormente fueron expropiadas. Ellos fueron reconocidos como los primeros comuneros. Creció en una época de abundancia en la isla, que muchos aún recuerdan. La abundancia era tanta, que los lugareños ni siquiera se comían los cangrejos que en cada paseo se metían debajo de las casas. Benito estudió la escuela en la tierra de sus abuelos, pero solo llegó hasta tercer grado. Cuando su padre murió él aún estaba pequeño, tendría unos 13 años, entonces su abuelo lo hizo trabajar.
Como muchos de los habitantes de la isla, aprendió a hacer de todo, desde peón hasta machetero. Su vida en la pesca empezó a los 8 años y los 15 se dedicó al trabajo del banano, fue calificador de guineo y luego estibador en la Autoridad Portuaria en Puerto Nuevo. Después, vivió en Los Ríos. Sembró cacao. Fue futbolista y boxeador.
En Los Ríos conoció a los exploradores que cazaban cocodrilos; los mataban por la piel. “Todo era plata, hasta el aceite”, dice Benito. Y aunque le pagaban para dar explicaciones sobre el paradero de los cocodrilos, jamás mató uno. Luego de esa experiencia fuera de la Santay, no ha vuelto a irse. En la actualidad, los cocodrilos de la especie Crocodylus acutus, que permanecen en Santay son uno de los principales atractivos turísticos de la isla, considerada un humedal donde habitan, además, diferentes especies de aves y mamíferos como los mapaches y tigrillos.
Según los especialistas, la presencia de los cocodrilos en Santay podría atraer más pájaros y será más fácil observarlos porque estos buscan hacer nidos en árboles cercanos a los reptiles para proteger a sus crías de depredadores. Benito asegura que los cocodrilos de la Isla Santay miden entre 1,70 metros y 2,50 m.
DEBE SABER Muchas personas suelen creer que estos son animales lentos, pero no es así. Aunque por lo general se mueven a un ritmo lento, suelen utilizarlo como ventaja en torno a su presa.
La mayor parte de su alimentación se compone de vertebrados, incluyendo peces.
Tienen un metabolismo lento. Eso significa que pueden pasar sin comer durante una semana.
Estos reptiles no pueden masticar. Por esta razón, cortan la presa, la sacuden y la despedazan. En ocasiones, la arrastran bajo el agua.
Los reptiles de la Isla Santay pertenecen a la especie Crocodylus acutus.
Los cocodrilos suelen consumir rocas. Esto les ayuda a equilibrar su sistema digestivo.
Fuente
La isla que se salvó de ser Disneylandia
Por: María Fernanda Mejía
Santay está a menos de un kilómetro de Guayaquil. Hay senderos, aire puro, y la casa de doce cocodrilos.
En esta isla no hay una montaña rusa, ni un carrusel, tampoco están Peter Pan ni los piratas de Nunca Jamás. Cruzando el río Guayas, a menos de un kilómetro de Guayaquil, viven otros personajes fantásticos: mariposas azules, cangrejos violinistas, más de cien especies de aves, plantas y hasta cocodrilos. Aquí está la isla Santay, las dos mil hectáreas de área verde que se salvaron de convertirse en un parque de diversiones tipo Disneylandia, gracias a que en el 2000 fue declarada humedal de importancia internacional, por su aporte al equilibrio biológico de los ecosistemas.
A este paraíso natural rodeado de cinco especies de manglar, se llega de tres maneras desde Guayaquil:
en lancha desde el mercado Caraguay, la forma más común hasta hace seis meses. El recorrido dura cuarenta minutos
a pie, por el puente bascular, que empieza en la calle El Oro. Toma más o menos cuarenta minutos y en el camino hay banquitas para descansar.
y en bici, se pedalean doce minutos aproximadamente sobre el puente. Ahí existe la opción de tomar el camino hacia la ecoaldea de Santay o al cantón Durán.
Por esa misma isla, que hoy la conocemos como Santay, pasaron piratas, hacia el siglo diecisiete, según una descripción de 1684 del inglés William Dampier, quien además de bucanero fue un explorador, escritor, botánico y observador científico. Durante las epidemias que azotaron a Guayaquil en esa época, Santay fue sitio de cuarentena para embarcaciones que arribaban al puerto. Más tarde –detalla la guía de Parques Nacionales– fue utilizada como fondeadero para la limpieza y el mantenimiento de las embarcaciones. Recién a inicios del siglo se pobló de hacendados que criaban ganado y producían arroz, lo que perjudicó el crecimiento natural del humedal, pues para alimentar a los rebaños se empezó a talar árboles y a plantar pasto.
Este pedazo de tierra, que ahora es pantanosa, no estaba en los planes del Estado como el pulmón de la ciudad. Todas las ideas apuntaban a que fuera, más bien, una isla de cemento. En 1979 fue expropiada a los hacendados y fue declarada propiedad pública. Bajo la administración del Banco Ecuatoriano de la Vivienda y luego de la Fundación Malecón 2000, se quería crear un parque tipo Disney para que los guayaquileños tuvieran una sitio de recreación. Otra opción era talar todo lo verde y convertirla en un aeropuerto internacional, levantar un plan de vivienda privilegiada o una maraña de túneles y puentes que comunicaran Guayaquil y Durán.
Sin embargo, el Comité Ecológico de la Escuela Politécnica del Litoral y los comuneros de la isla Santay se organizaron y lograron en el 2000 que se la declarara bajo el humedal Ramsar, un tratado internacional que protege a estos sitios de la depredación humana y la mancha urbana. Ahora viven ahí cincuenta y seis familias comuneras, que saben la importancia de preservar cada mariposa, cada planta, cada cangrejo miniatura. Sus niños salen en bicicleta para ir a Guayaquil.
Esta isla que se levanta en medio del río también es un Área Natural Protegida del Ministerio del Ambiente. Hay ciertas restricciones para quienes la visitan: las mascotas deben quedarse en casa, para evitar que afecten a los animales que la habitan. Tampoco se puede ingresar con armas, ni hacer grafitis, ni consumir bebidas alcohólicas. Por el bien de este humedal no se puede hacer campamentos ni fogatas, menos ensuciarla con basura, arrancar sus plantitas o cazar alguna de sus especies.
Si se elige ir en bicicleta desde Guayaquil, se puede alquilar una al inicio del puente, cuesta cuatro dólares e incluye casco. Mientras se avanza por el puente se siente la frescura del río. Al llegar al sendero que conduce a la aldea también se absorbe el oxígeno que emana de los manglares. Si se tiene suerte, quizá se observen osos hormigueros, mapaches cangrejeros, y venados de cola blanca que –según la guía de Parques Nacionales del Ministerio del Ambiente– también habitan la isla. Los sorprendentes personajes de la flora y la fauna de Santay no son, como se quiso alguna vez, hombres sofocados en grandes trajes de esponja, ni animales robotizados, ni ficticios bosques encantados. Aquí, en esta isla a ochocientos metros de la gran ciudad de palmeras foráneas y adoquines repetitivos, todo es real.
Al caminar por la ecoaldea se llega a la La Cocodrilera, un sendero de setecientos metros que conduce al hogar de los doce reptiles que fueron traídos desde el Parque Histórico de Guayaquil y la provincia de Esmeraldas, donde se criaron en cautiverio. Son once hembras y un macho de la especie cocodrylus actus y son cuidados por Benito Parrales, el “lagartero” de la Santay.
La aldea también tiene un restaurante. Aunque el menú es pequeño, siempre habrá al menos un seco de pollo y un sango de camarones, con precios accesibles (menos de cuatro dólares). Ahí también hay enchufes si es que se ha descargado el teléfono. A lo largo de los senderos también se encuentran algunos descansos, que pueden ser aprovechados para leer o disfrutar del entorno.
Lo mejor de todo es que –al no ser un parque de diversiones tipo Disney– existe el privilegio del silencio. A las 17:00, todos los visitantes deben salir de la isla y regresar a Guayaquil.
Para tener en cuenta:
La atención en el puente bascular de la calle El Oro, en Guayaquil, es de 06:00 a 21:00
La isla está disponible para los visitantes de 06:00 a 17:00.
Ubicación:
Fuente
Santay está a menos de un kilómetro de Guayaquil. Hay senderos, aire puro, y la casa de doce cocodrilos.
Foto: andes.info.ec |
A este paraíso natural rodeado de cinco especies de manglar, se llega de tres maneras desde Guayaquil:
en lancha desde el mercado Caraguay, la forma más común hasta hace seis meses. El recorrido dura cuarenta minutos
a pie, por el puente bascular, que empieza en la calle El Oro. Toma más o menos cuarenta minutos y en el camino hay banquitas para descansar.
y en bici, se pedalean doce minutos aproximadamente sobre el puente. Ahí existe la opción de tomar el camino hacia la ecoaldea de Santay o al cantón Durán.
Por esa misma isla, que hoy la conocemos como Santay, pasaron piratas, hacia el siglo diecisiete, según una descripción de 1684 del inglés William Dampier, quien además de bucanero fue un explorador, escritor, botánico y observador científico. Durante las epidemias que azotaron a Guayaquil en esa época, Santay fue sitio de cuarentena para embarcaciones que arribaban al puerto. Más tarde –detalla la guía de Parques Nacionales– fue utilizada como fondeadero para la limpieza y el mantenimiento de las embarcaciones. Recién a inicios del siglo se pobló de hacendados que criaban ganado y producían arroz, lo que perjudicó el crecimiento natural del humedal, pues para alimentar a los rebaños se empezó a talar árboles y a plantar pasto.
Este pedazo de tierra, que ahora es pantanosa, no estaba en los planes del Estado como el pulmón de la ciudad. Todas las ideas apuntaban a que fuera, más bien, una isla de cemento. En 1979 fue expropiada a los hacendados y fue declarada propiedad pública. Bajo la administración del Banco Ecuatoriano de la Vivienda y luego de la Fundación Malecón 2000, se quería crear un parque tipo Disney para que los guayaquileños tuvieran una sitio de recreación. Otra opción era talar todo lo verde y convertirla en un aeropuerto internacional, levantar un plan de vivienda privilegiada o una maraña de túneles y puentes que comunicaran Guayaquil y Durán.
Sin embargo, el Comité Ecológico de la Escuela Politécnica del Litoral y los comuneros de la isla Santay se organizaron y lograron en el 2000 que se la declarara bajo el humedal Ramsar, un tratado internacional que protege a estos sitios de la depredación humana y la mancha urbana. Ahora viven ahí cincuenta y seis familias comuneras, que saben la importancia de preservar cada mariposa, cada planta, cada cangrejo miniatura. Sus niños salen en bicicleta para ir a Guayaquil.
Esta isla que se levanta en medio del río también es un Área Natural Protegida del Ministerio del Ambiente. Hay ciertas restricciones para quienes la visitan: las mascotas deben quedarse en casa, para evitar que afecten a los animales que la habitan. Tampoco se puede ingresar con armas, ni hacer grafitis, ni consumir bebidas alcohólicas. Por el bien de este humedal no se puede hacer campamentos ni fogatas, menos ensuciarla con basura, arrancar sus plantitas o cazar alguna de sus especies.
Si se elige ir en bicicleta desde Guayaquil, se puede alquilar una al inicio del puente, cuesta cuatro dólares e incluye casco. Mientras se avanza por el puente se siente la frescura del río. Al llegar al sendero que conduce a la aldea también se absorbe el oxígeno que emana de los manglares. Si se tiene suerte, quizá se observen osos hormigueros, mapaches cangrejeros, y venados de cola blanca que –según la guía de Parques Nacionales del Ministerio del Ambiente– también habitan la isla. Los sorprendentes personajes de la flora y la fauna de Santay no son, como se quiso alguna vez, hombres sofocados en grandes trajes de esponja, ni animales robotizados, ni ficticios bosques encantados. Aquí, en esta isla a ochocientos metros de la gran ciudad de palmeras foráneas y adoquines repetitivos, todo es real.
Al caminar por la ecoaldea se llega a la La Cocodrilera, un sendero de setecientos metros que conduce al hogar de los doce reptiles que fueron traídos desde el Parque Histórico de Guayaquil y la provincia de Esmeraldas, donde se criaron en cautiverio. Son once hembras y un macho de la especie cocodrylus actus y son cuidados por Benito Parrales, el “lagartero” de la Santay.
La aldea también tiene un restaurante. Aunque el menú es pequeño, siempre habrá al menos un seco de pollo y un sango de camarones, con precios accesibles (menos de cuatro dólares). Ahí también hay enchufes si es que se ha descargado el teléfono. A lo largo de los senderos también se encuentran algunos descansos, que pueden ser aprovechados para leer o disfrutar del entorno.
Lo mejor de todo es que –al no ser un parque de diversiones tipo Disney– existe el privilegio del silencio. A las 17:00, todos los visitantes deben salir de la isla y regresar a Guayaquil.
Para tener en cuenta:
La atención en el puente bascular de la calle El Oro, en Guayaquil, es de 06:00 a 21:00
La isla está disponible para los visitantes de 06:00 a 17:00.
Ubicación:
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21 agosto 2016
Tercer año de "Bolivar vuelve a Santay "
Como cada ocasión el mejor alumno de la escuela asume el rol del Libertador y llega en una canoa a la isla desde Guayaquil. En la isla los niños de la escuela hacen la calle de honor hasta la antigua escuela donde los dirigentes de la comunidad le dan la bienvenida y una de las maestras de la escuela hace la reseña histórica.
Contexto histórico
El 27 de agosto de 1829 El Libertador Bolívar llega a Santay para pasar alli 3 semanas por recomendación médica. Su estadía ha sido reportada en varias de sus cartas escritas desde la casa de campo en la que descansó.
Es en Santay donde revisa y deja a punto el Tratado de Guayaquil que permite la liberación de esta ciudad y puerto que estaba en poder de tropas peruanas, es igualmente en Santay donde toma la determinante decisión de alejarse del poder y la pone a consideración del Congreso y pueblo grancolombiano.
Es aquí que hace su última gran estadía en la costa ecuatoriana antes de partir rumbo a Bogotá y morir 15 meses después en Santa Martha.
La población de la Isla Santay recuerda este hecho desde hace tres años de manera que el paso de este ilustre visitante sea conmemorado por los niños y jóvenes en especial , nutriendo así su historia y la de su isla.
Referencias históricas
16 agosto 2016
Club Ecologista Santay recibe acreditación de la Red Internacional de Humedales
La Red Internacional de Humedales IWL por sus siglas en Ingles Wetland Link International hizo llegar al Club Ecologista Santay establecido por la escuela Jaime Roldos de la isla Santay su certificación de afiliación a la Red realizada en 2013.
El CES se afilió en Octubre 2013 y desde entonces ha sido actor importante en la organizacion y realización de eventos como el Dia Mundial de los Humedales, celebración del Dia de la Tierra y del Ambiente entre otros.
El Club Ecologista Santay se creo en 2010 para motivar las actividades de educación y conservación ambiental por los niños y jóvenes de Santay y en estos 6 años el CES también ha organizado en su isla cada fin de Septiembre la campaña A limpiar el mundo que consiste en actividades ecológicas de limpieza y separación de material para reciclaje.
WLI trabaja estrechamente con la Convención de RAMSAR.
Felicitamos al CES por mantener su espíritu ambiental y a los chicos y maestras de la escuela por su trabajo a favor de conservar el ambiente de su bello humedal.
El CES se afilió en Octubre 2013 y desde entonces ha sido actor importante en la organizacion y realización de eventos como el Dia Mundial de los Humedales, celebración del Dia de la Tierra y del Ambiente entre otros.
El Club Ecologista Santay se creo en 2010 para motivar las actividades de educación y conservación ambiental por los niños y jóvenes de Santay y en estos 6 años el CES también ha organizado en su isla cada fin de Septiembre la campaña A limpiar el mundo que consiste en actividades ecológicas de limpieza y separación de material para reciclaje.
WLI trabaja estrechamente con la Convención de RAMSAR.
Felicitamos al CES por mantener su espíritu ambiental y a los chicos y maestras de la escuela por su trabajo a favor de conservar el ambiente de su bello humedal.
16 junio 2016
Clases de Inglés en escuela de Santay
A fin de estimular en los niños el interés por la lengua inglesa y sobre todo para impartir conocimientos en esta materia obligatoria a nivel primario, un profesor de esta asignatura estará enseñando Inglés durante todo el año lectivo en la escuela Jaime Roldós de la Isla Santay en todas sus clases.
El Sr. Jorge Peñaherrera, estudiante de Biología de la Universidad de Guayaquil ha convenido con Amigos de Santay para instruir a los niños. Agradecemos desde ya el compromiso de Jorge con quien ya hemos mantenido una excelente colaboración.
Anunciamos también que Amigos de Santay esta organizando el dictado de clases de apoyo en INGLES para todos los estudiante de secundaria de la Isla Santay, sean colegiales a nivel presencial como a distancia, de tal manera que no se atrasen ni queden con dudas en esta materia. Favor acercarse a la escuela y contactar con el maestro Jorge para que se inscriban.
El Sr. Jorge Peñaherrera, estudiante de Biología de la Universidad de Guayaquil ha convenido con Amigos de Santay para instruir a los niños. Agradecemos desde ya el compromiso de Jorge con quien ya hemos mantenido una excelente colaboración.
Anunciamos también que Amigos de Santay esta organizando el dictado de clases de apoyo en INGLES para todos los estudiante de secundaria de la Isla Santay, sean colegiales a nivel presencial como a distancia, de tal manera que no se atrasen ni queden con dudas en esta materia. Favor acercarse a la escuela y contactar con el maestro Jorge para que se inscriban.
06 junio 2016
Boletin de actividades 2015 de Amigos de Santay
Ya esta en linea el Boletin 2015 con las principales actividades realizadas por la Asociación Los Amigos de Santay en 2015.
Un infinito agradecimiento a todas y todos los que nos apoyan dentro y fuera del Ecuador
Un infinito agradecimiento a todas y todos los que nos apoyan dentro y fuera del Ecuador
02 junio 2016
Padres escriben y leen cuentos en Día del Niño
Este año los niños de la escuela Jaime Roldós de la Isla Santay en lugar de recibir dulces o regalitos por el Día del Niño fueron partícipes de una iniciativa de las autoridades educativas quienes propusieron a los docentes que a cambio de fiestas y golosinas estimulen la escritura y la lectura en la infancia.
Y que mejor que los padres de familia trabajen en la creación de un cuento y leérselo a sus hijos quienes por cierto escenificaron algunos personajes de los cuentos leídos.
El equipo docente de Santay tuvo la idea de organizar una Feria de Lectura , de esta manera los cuentos creados y otros cuentos conocidos fueron leídos por los padres de familia y analizados por los pequeños lectores. Los participantes dejaron sus puntos de vista de lo que significa la lectura para ellos.
Angélica Parrales madre de familia que participó en el evento expresó que para ella Un libro es una forma de desestresarse, de volar un tiempo en el cuento, historia. Meterse en el libro, entenderlo, analizarlo, disfrutarlo. Me encanta leer !! Es mi hobby favorito.
Y que mejor que los padres de familia trabajen en la creación de un cuento y leérselo a sus hijos quienes por cierto escenificaron algunos personajes de los cuentos leídos.
El equipo docente de Santay tuvo la idea de organizar una Feria de Lectura , de esta manera los cuentos creados y otros cuentos conocidos fueron leídos por los padres de familia y analizados por los pequeños lectores. Los participantes dejaron sus puntos de vista de lo que significa la lectura para ellos.
Angélica Parrales madre de familia que participó en el evento expresó que para ella Un libro es una forma de desestresarse, de volar un tiempo en el cuento, historia. Meterse en el libro, entenderlo, analizarlo, disfrutarlo. Me encanta leer !! Es mi hobby favorito.
30 mayo 2016
Inicio de año lectivo 2016 para los más pequeñitos de Santay !
Con mucho entusiasmo y civismo los alumnos y personal docente de la escuela fiscal No3 Jaime Roldós de la comunidad de la Isla Santay se dieron cita esta mañana para recibir a los niños de Educación Inicial que empezaron su vida escolar este 2016.
Para los padres de familia que por primera vez llevan a sus hijitos a la escuela empieza también una vida de madrugadas y sacrificios, siempre con el optimismo de ver a sus hijos avanzar en su escolaridad .
La Directora Ena Gomero, en su mensaje de inicio además de hacer una revisión de lo que será el desarrollo general del año escolar hizo un llamado a los padres de familia a colaborar cuando la escuela necesite de su apoyo.
Amigos de Santay mantiene su compromiso de apoyar en lo que sea necesario a la educación de la niñez y juventud de Santay.
Para los padres de familia que por primera vez llevan a sus hijitos a la escuela empieza también una vida de madrugadas y sacrificios, siempre con el optimismo de ver a sus hijos avanzar en su escolaridad .
La Directora Ena Gomero, en su mensaje de inicio además de hacer una revisión de lo que será el desarrollo general del año escolar hizo un llamado a los padres de familia a colaborar cuando la escuela necesite de su apoyo.
Amigos de Santay mantiene su compromiso de apoyar en lo que sea necesario a la educación de la niñez y juventud de Santay.
22 febrero 2016
Con el Eco-juego Santay, aprender es un placer
Niños de la escuela aprendiendo a jugar |
El patio cubierto de la escuelita en la que estudian 40 niñas y niñas de la comunidad de San Jacinto de Santay es el espacio ideal. Durante la recreación, extienden la lona impresa sobre el piso de madera y con los dos dados gigantes se lanzan descalzos a la aventura de aprender-jugando.
José Delgado Mendoza, representante de la asociación Amigos de Santay, con sede en Ginebra-Suiza, colectivo creado casi paralelamente con la escuela para acompañar el proceso educativo en Santay, nos informa que ya era algo que hace mucho tiempo lo había pensado, que solamente faltaba ponerse a trabajar con el equipo docente de la escuela y con Ivette Solís, una estudiante de biología de Guayaquil que había realizado magníficas fotografías de las aves del humedal Santay.
Todos disfrutan y aprenden |
El juego consta de 60 casillas que pueden resolverse en pocos minutos. Son 21 imágenes de fauna y flora de Santay, tiene además 12 preguntas sobre historia y realidad local.
El Eco-Juego Santay Contiene las típicas casillas de avance o retroceso, la prisión, la calavera. El objetivo es que los alumnos asimilen los nombres comunes y científicos de las especies de flora y fauna de Santay que son elementos del juego, así como las respuestas a las preguntas generales, por ejemplo: En qué año el Libertador Bolívar visitó Santay?, al cabo de 3 veces que hagan el juego la fecha 1829 les quedará grabado.
La directora de la escuela de Santay, Ena Gomero manifestó que es importante incluir el aspecto lúdico en los procesos de enseñanza aprendizaje. Si bien el objetivo principal de un juego es divertirse amenamente, lo que se ha logrado con el eco-juego es también un objetivo indirecto importante que es motivarlos por temas como la ecología, la biología, las ciencias sociales e incluso la fotografía.
Por su parte Valentín Domínguez poblador y dirigente de la comunidad ha solicitado a Amigos de Santay que el juego también esté al alcance de los turistas que llegan a la isla, pedido que ha sido aceptado y pronto será parte de la oferta de distracción a los visitantes de la comunidad.
El 2 de febrero 2016 aprovechando la celebración del Día Mundial de los Humedales en la escuela de Santay fue la ocasión ideal para la presentación oficial de este divertido Juego a la comunidad. Génesis Delgado a nombre de Amigos de Santay hizo la demostración a los niños.
01 enero 2016
18 diciembre 2015
Actividad de fin de año 2015
Nos estamos acercando al fin de este año 2015, 12 meses de trabajo sostenido y de muchas satisfacciones.
Lo culminamos con la realización de una rifa y venta de pasteles, esta actividad pudo realizarse dentro de la Fiesta de Navidad organizada por la Asociación para la Integración de los Ecuatorianos en Ginebra (AIEG) el día sábado 12 de diciembre en la Sala de Actos de la Villa Tachinni en Petit Lancy.
Los principales dirigentes de la AIEG Patricio Corrales y los hermanos Xavier y Guillermo Chicaiza organizaron varias actividades como el campeonato de "40", la venta de comida típica ecuatoriana, la entrega a los niños presentes de fundas de caramelos, una piñata y un concierto especial del grupo Siembra, conformado por músicos de la comunidad ecuatoriana.
Muy agradable compañía tuvimos esa tarde y noche con la presencia del Dr. Lenín Moreno, ex Vicepresidente del Ecuador y actual Enviado Especial del Secretario General de Naciones Unidas sobre Discapacidad y Accesibilidad quien llegó acompañado de su esposa Doña Rocío. Este apreciado compatriota hizo un gesto muy especial para la comunidad ecuatoriana y Los Amigos de Santay al cantarnos un variado poupourri de villancicos ecuatorianos que fue coreado por todos, luego de lo cual y antes de partír nos dejó un mensaje de unión y amor para los migrantes y nuestras familias y claro, compró algunas rifas !
Lo culminamos con la realización de una rifa y venta de pasteles, esta actividad pudo realizarse dentro de la Fiesta de Navidad organizada por la Asociación para la Integración de los Ecuatorianos en Ginebra (AIEG) el día sábado 12 de diciembre en la Sala de Actos de la Villa Tachinni en Petit Lancy.
Los principales dirigentes de la AIEG Patricio Corrales y los hermanos Xavier y Guillermo Chicaiza organizaron varias actividades como el campeonato de "40", la venta de comida típica ecuatoriana, la entrega a los niños presentes de fundas de caramelos, una piñata y un concierto especial del grupo Siembra, conformado por músicos de la comunidad ecuatoriana.
Muy agradable compañía tuvimos esa tarde y noche con la presencia del Dr. Lenín Moreno, ex Vicepresidente del Ecuador y actual Enviado Especial del Secretario General de Naciones Unidas sobre Discapacidad y Accesibilidad quien llegó acompañado de su esposa Doña Rocío. Este apreciado compatriota hizo un gesto muy especial para la comunidad ecuatoriana y Los Amigos de Santay al cantarnos un variado poupourri de villancicos ecuatorianos que fue coreado por todos, luego de lo cual y antes de partír nos dejó un mensaje de unión y amor para los migrantes y nuestras familias y claro, compró algunas rifas !
15 noviembre 2015
Anécdota de la vida asociativa de Amigos de Santay:
En Noviembre 2008 habíamos recibido la información de los padres de familia de la escuela de Santay sobre el estado catastrófico en que se encontraba el techo de la escuela. Elsa Rodríguez nos informó que había que hacer una minga para reparar, lo que nos confirmó la Directora de la escuela Ena Gomero.
Establecido el compromiso con los padres de familia de que serían ellos quienes realicen los trabajos de reparación y nosotros procuraremos los fondos, comenzamos a planificar.
Gracias a las gestiones de nuestra secretaria Katherine Ramírez y por su participación en actividades artísticas y asociativas de su ciudad se logró concretar un espectáculo de Flamenco de la reconocida Paquita Montoya y su grupo de "bailaoras" ,del cual hacía parte la misma Katherine.
Así reportábamos entonces la realización de este acto solidario.
El espectáculo permitiría la colecta de fondos de parte de los asistentes.
Llegó el ansiado "domingo 7" el espectáculo se desarrolló con una muy importante convocatoria. En la sala de entrada al acto se había colocado un afiche con información sobre la colecta que se realizaría durante el entreacto y al final del espectáculo junto con una caja de cartón donde depositar lo que el público desea aportar. La información también se la dió directamente desde el escenario al inicio y final del acto agradeciendo el apoyo de Paquita a esta actividad.
Mucha gente acudió al cartón, dejó su apoyo y partió. Todos los asistentes habían abandonado ya el lugar, las puertas estaban por cerrarse, las artistas salían de su camerinos pero al momento de ir a buscar el cartón se encontraron con que había desaparecido. Si! "en todas partes se cuecen habas! y en esta pequeña ciudad suiza donde había sucedido este repudiable robo la noticia corrió rápidamente.
Katherine nos informó del mal momento que pasaron y que ya se habían organizado para hacer una nueva colecta, la misma que permitiría los trabajos planificados con la población de Santay. Efectivamente se logró cumplir con el monto necesario y las obras pudieron comenzar y terminarse satisfactoriamente. Asi lo informamos entonces. En Santay el compromiso de los padres de familia como siempre de una confiabilidad a toda prueba.
Y bueno como no podía faltar, la noticia de lo que ocurrió en Lamboing, Suiza salió en los diarios. Ahora esto hace parte de nuestras Anécdotas de Amigos de Santay.
El Expreso, jueves 11 de diciembre del 2008
Lamboing,
Ladrón de fondos de caridad
El domingo en Lambing después de un espectáculo a favor de niños ecuatorianos, la colecta de fondos fue robada por uno o varios desconocidos. La caja de la colecta se la encontró vacía en los vestidores de la sala comunal poco después de la presentación que reunió a 400 espectadores.
Los organizadores esperan que el o los autores restituyan el dinero de manera anónima. El monto esta estimado en varios cientos de francos . Una suma suficientes para renovar una escuela que amenaza de caerse en la isla Santay donde residen pescadores pobres que viven en casas de caña.
Establecido el compromiso con los padres de familia de que serían ellos quienes realicen los trabajos de reparación y nosotros procuraremos los fondos, comenzamos a planificar.
Gracias a las gestiones de nuestra secretaria Katherine Ramírez y por su participación en actividades artísticas y asociativas de su ciudad se logró concretar un espectáculo de Flamenco de la reconocida Paquita Montoya y su grupo de "bailaoras" ,del cual hacía parte la misma Katherine.
Así reportábamos entonces la realización de este acto solidario.
El espectáculo permitiría la colecta de fondos de parte de los asistentes.
Llegó el ansiado "domingo 7" el espectáculo se desarrolló con una muy importante convocatoria. En la sala de entrada al acto se había colocado un afiche con información sobre la colecta que se realizaría durante el entreacto y al final del espectáculo junto con una caja de cartón donde depositar lo que el público desea aportar. La información también se la dió directamente desde el escenario al inicio y final del acto agradeciendo el apoyo de Paquita a esta actividad.
Mucha gente acudió al cartón, dejó su apoyo y partió. Todos los asistentes habían abandonado ya el lugar, las puertas estaban por cerrarse, las artistas salían de su camerinos pero al momento de ir a buscar el cartón se encontraron con que había desaparecido. Si! "en todas partes se cuecen habas! y en esta pequeña ciudad suiza donde había sucedido este repudiable robo la noticia corrió rápidamente.
Katherine nos informó del mal momento que pasaron y que ya se habían organizado para hacer una nueva colecta, la misma que permitiría los trabajos planificados con la población de Santay. Efectivamente se logró cumplir con el monto necesario y las obras pudieron comenzar y terminarse satisfactoriamente. Asi lo informamos entonces. En Santay el compromiso de los padres de familia como siempre de una confiabilidad a toda prueba.
Y bueno como no podía faltar, la noticia de lo que ocurrió en Lamboing, Suiza salió en los diarios. Ahora esto hace parte de nuestras Anécdotas de Amigos de Santay.
El Expreso, jueves 11 de diciembre del 2008
Lamboing,
Ladrón de fondos de caridad
El domingo en Lambing después de un espectáculo a favor de niños ecuatorianos, la colecta de fondos fue robada por uno o varios desconocidos. La caja de la colecta se la encontró vacía en los vestidores de la sala comunal poco después de la presentación que reunió a 400 espectadores.
Los organizadores esperan que el o los autores restituyan el dinero de manera anónima. El monto esta estimado en varios cientos de francos . Una suma suficientes para renovar una escuela que amenaza de caerse en la isla Santay donde residen pescadores pobres que viven en casas de caña.
02 noviembre 2015
15 años de la isla Santay como humedal Ramsar de importancia internacional
Es importante conocer que ese tipo de pedidos, en este caso el realizado entonces por el Comité Ecológico del Litoral, fue sometido primeramente a las autoridades ambientales nacionales, quienes enviaron la ficha técnica del humedal candidato a la convención para, a criterio de ellos, anexarla a los sitios reconocidos por el país solicitante y por ende a los ya existentes alrededor del mundo.
Para tener una idea de la importancia que ha generado la conservación de este tipo de ecosistemas y zonas de vida en el planeta, para octubre de 2000 Ecuador contaba con cuatro humedales de importancia internacional, siendo la isla Santay el quinto, y a su vez el 1.041 en el mundo. Hoy hay 18 en Ecuador y son ya más de 2.000 sitios declarados en los 160 países que hacen parte de esta Convención.
Santay fue declarado Humedal de Importancia Internacional por su innegable situación natural, su riqueza en biodiversidad, pero también por el importante rol que la comunidad que la habita ha jugado y lo sigue haciendo para el mantenimiento de la misma.
No olvidemos que la historia de Santay es la de una isla dedicada por décadas a la siembra de pasto y la cría de ganado lechero. En 1980 una vez expropiada, con los terratenientes que partieron, con sus trabajadores residentes desde ya tres o cuatro generaciones que son prácticamente abandonados a su suerte, Santay, que se inunda y se seca al vaivén de las mareas y aguajes, empieza una etapa de reposo.
30 años pasa Santay en manos directas de sus pobladores, 3 décadas en las que las aves vuelven a residir, las especies migratorias reencuentran ese lugar de escala en sus largos peregrinajes, en que el manglar de 4 especies se toma orillas y campos, pero sobre todo el poblador vuelve a su río en el que encuentra paz y sustento. Es esa Santay con una comunidad de entonces 182 habitantes la que reconoce y encuentra la Convención Ramsar un 21 de octubre hace 15 años.
Hoy muchas cosas positivas han pasado, y resalta de entre ellas una, el que en 2010 el Gobierno Nacional declara Santay como Área Protegida de Ecuador. Dicho así, el futuro de Santay como territorio natural protegido es un hecho. Cabe anotar que ambas designaciones, la de Humedal Ramsar en 2000 y la de Área Protegida en 2010, provienen y son empujadas por la sociedad civil nacional e incluso migrante.
El Gobierno ecuatoriano está apuntalando Santay como un destino ecoturístico. Ciudadanos de Guayaquil, Durán, de todo el país y turistas extranjeros están llegando atraídos por la infraestructura creada para facilitar encuentro hombre-naturaleza. Sin embargo, en Santay sus valores culturales no han sido aún debidamente considerados. La Convención Ramsar, a través de su Secretaría General y de sus instancias que se ocupan de educación y cultura, resaltan y sobre todo recomiendan a los países miembros de la Convención sobre la importancia de precautelar los valores culturales de los humedales.
El Humedal Isla Santay tiene su patrimonio histórico. La población de Santay, con su legado o herencia para las futuras generaciones, hace parte de él como patrimonio viviente. Por eso la iniciativa de establecer el Museo Comunitario allí debe concretarse. Un millón trescientos mil turistas ya perdieron la oportunidad de conocerlo. No esperemos que ese número se incremente y así se desconozca el valor que ha tenido, tiene y tendrá la población para la conservación y avance de este hoy quinceañero humedal al que deseamos larga vida.
Fuente: El Telégrafo, Primer diarío público del Ecuador
31 octubre 2015
31 de Octubre 2000. Ramsar designa a la Isla Santay como Humedal de Importancia internacional
Hoy 31 de octubre, recordamos los primeros 15 años de la declaratoria de este Humedal como sitio RAMSAR de importancia internacional en 2000.
Proteger la isla y sobre todo su población fue una petición permanente durante muchos años anteriores a la declaración que estamos celebrando. En aquel entonces no hubo voluntad política para reconocer a Santay como Área Protegida, se argumentó con tintes regionalistas el temor a una administración centralizada o celos institucionales y políticos evidenciaron rivalidades internas que impidieron que se la proteja de manera definitiva. Por esa razón y porque se cumplía con los requisitos para hacerlo, se solicito el reconocimiento como Humedal a la Convención Ramsar.
Cuando salí de Ecuador mi mayor preocupación siguió siendo el reconocimiento como Área Protegida. Escribiendo y argumentando al Presidente Correa logré que mi petición sea recibida y tramitada en 2009 y que se le dé esta categoría en febrero del 2010.
Sin embargo de todos esos decretos, aún el tema de la población sigue siendo nuestra preocupación mayor. Por eso no escatimamos en esfuerzos a nivel asociativo para apoyar a la educación primaria y secundaria de los niños y jóvenes santayences.
Su comunidad merece no solo infraestructura para los turistas sino que merece un espacio propio en el cual, si bien es cierto debe ser visitado por turistas, sea ante todo un lugar en el que expresen cual ha sido su historia, y sus cualidades culturales. hablamos de su Museo Comunitario.
No olvidamos tampoco que como cualquier comunidad necesitan su cementerio, pues es evidente que es un elemento importante de su arraigo en Santay conservar en su tierra a los suyos y sus recuerdos. Ya hay una propuesta presentada a los pobladores.
03 octubre 2015
Seguimos apoyando la educación en Santay
Vanessa Dominguez, Auxiliar docente local.
Este año lectivo la escuela de Santay sufrió la salida de una de sus maestras en cuyo caso, y ante la falta de reemplazo oficial la dirección de la escuela aceptó la propuesta de Amigos de Santay de buscar los servicios temporales de una auxiliar docente local para que se encargue de los niños de etapa inicial.
AdeS cubre un reconocimiento económico mensual a Vanessa Domínguez joven madre de familia de Santay y ex alumna de la escuela. A decir de la principal del plantel Lcda. Ena Gomero, Vanessa cumple de manera responsable con las tareas a ella encomendadas y mantiene una excelente relación con sus alumnos, las docentes y los padres de familia.
Beca de estudios para Elizabeth Domínguez
Amigos de Santay viene incentivando y apoyando el que los jóvenes de Santay puedan seguir sus estudios secundarios. Anteriormente AdeS se encargó del pagar el combustible para que una de las embarcaciones de la comunidad realice el transporte de los estudiantes diariamente desde Santay hasta Guayaquil y viceversa.
Este año y con la apertura de los puentes los estudiantes se desplazan en bicicleta hasta sus colegios. AdeS propuso entonces apoyar a los padres de familia con el pago de media beca para los costos de pension mensual. Así Elizabeth Domíguez esta siendo apoyada para sus estudios en el colegio a distancia Libertador Bolívar de Guayaquil.
Para muchos jóvenes de Santay el estudio a distancia se convierte en una buena solución en el caso de que durante la semana se encuentren trabajando y/o estén al cuidado de sus hijos pequeños como es el caso de Elizabeth a quien deseamos éxitos.
Andree Villalta es apoyo docente en Computación
Andree Villalta un joven estudiante universitario de la vecina ciudad de Duran es el nuevo apoyo auxiliar de computación de la escuela de Santay. Andree ha querido colaborar con unas horas de enseñanza a la semana con el fin de incentivar a los chicos y orientarlos en el uso de las computadoras. AdeS reconocerá el trabajo de Andree y le desea mucha suerte en su tarea que sin duda va a disfrutarla púes sabemos que hay mucho interés y capacidad en los niños de la isla.
Este año lectivo la escuela de Santay sufrió la salida de una de sus maestras en cuyo caso, y ante la falta de reemplazo oficial la dirección de la escuela aceptó la propuesta de Amigos de Santay de buscar los servicios temporales de una auxiliar docente local para que se encargue de los niños de etapa inicial.
AdeS cubre un reconocimiento económico mensual a Vanessa Domínguez joven madre de familia de Santay y ex alumna de la escuela. A decir de la principal del plantel Lcda. Ena Gomero, Vanessa cumple de manera responsable con las tareas a ella encomendadas y mantiene una excelente relación con sus alumnos, las docentes y los padres de familia.
Beca de estudios para Elizabeth Domínguez
Amigos de Santay viene incentivando y apoyando el que los jóvenes de Santay puedan seguir sus estudios secundarios. Anteriormente AdeS se encargó del pagar el combustible para que una de las embarcaciones de la comunidad realice el transporte de los estudiantes diariamente desde Santay hasta Guayaquil y viceversa.
Este año y con la apertura de los puentes los estudiantes se desplazan en bicicleta hasta sus colegios. AdeS propuso entonces apoyar a los padres de familia con el pago de media beca para los costos de pension mensual. Así Elizabeth Domíguez esta siendo apoyada para sus estudios en el colegio a distancia Libertador Bolívar de Guayaquil.
Para muchos jóvenes de Santay el estudio a distancia se convierte en una buena solución en el caso de que durante la semana se encuentren trabajando y/o estén al cuidado de sus hijos pequeños como es el caso de Elizabeth a quien deseamos éxitos.
Andree Villalta es apoyo docente en Computación
Andree Villalta un joven estudiante universitario de la vecina ciudad de Duran es el nuevo apoyo auxiliar de computación de la escuela de Santay. Andree ha querido colaborar con unas horas de enseñanza a la semana con el fin de incentivar a los chicos y orientarlos en el uso de las computadoras. AdeS reconocerá el trabajo de Andree y le desea mucha suerte en su tarea que sin duda va a disfrutarla púes sabemos que hay mucho interés y capacidad en los niños de la isla.
21 septiembre 2015
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