Los traslados en las embarcaciones desde el Malecón Simón Bolívar duran 15 minutos. En la isla los precios de la comida varían entre $ 3 y $ 4. Las visitas son de 10:00 a 16:00.
Las visitas a la isla Santay se han incrementado desde que comenzó a hablarse del proyecto de conservación del espacio natural, que está a 800 metros de distancia del Malecón 2000.
Los moradores de la isla Santay conformaron un grupo de guías comunitarios para atender a los turistas que llegan en los botes. Foto: Alfredo Piedrahíta | El Telégrafo |
Atraídos por la ‘publicidad’ y por la búsqueda de espacios turísticos alternativos dentro de la ciudad, Susana Rodríguez y sus hijos Michelle (que residen en Alemania) y Christian Salinas fueron al Malecón Simón Bolívar para buscar una embarcación que los trasladara hasta la isla.
Como ayer era la primera vez que visitaban la zona protegida, recién se enteraron que la salida es desde el Yacht Club del Malecón, de 10:00 a 16:00, los sábados y los domingos. Los costos de los boletos son $ 4 por persona y, adicionalmente, se les da un refrigerio y recorren la isla.
DATOS
Patrimonio de Áreas Naturales del Estado (PANE) estima que la Santay recibirá diariamente a 450 personas en los demás senderos naturales y 1.650 en la ciclovía del paso (que se construye).
Existe un plan de manejo para que la afluencia de turistas no afecte la zona protegida.
En el nuevo sendero habrá un minicentro de visitantes, una clínica, un comedor y un mirador de la cocodrilera (hay 11 especies protegidas de las cuales solo hay 1.000 en el mundo). La obra forma parte del proyecto Guayaquil Ecológico, que impulsa el Gobierno Central.
No obstante, ayer tuvieron suerte los turistas. Un comunero, conductor de un bote que arribó al Yacht Club a las 10:30, accedió al pedido de la citada familia y, también, al de los turistas alemanes Ursula Konielcko y Andreas Lutz, quienes por primera vez visitan Ecuador.
Actualmente, hay dos embarcaciones, con capacidad para 28 personas cada una, disponibles para llevar a los visitantes al sitio Ramsar. Las naves zarpan cada 40 minutos.
De acuerdo con las estadísticas del Ministerio del Ambiente (MAE), en este año han ingresado alrededor de 8.000 turistas al sector.
Cuando se llega al muelle de la Santay, los vecinos -adultos y niños- que pasan por los senderos saludan a todos los desconocidos y cuando se les pregunta por un guía turístico, a pesar de que no es fin de semana, inmediatamente consiguen uno.
A los pocos minutos que llegaron los turistas, uno de los moradores los guió en el recorrido por la isla. Los visitantes vieron los diseños de las viviendas con paneles solares, las construcciones de las cabañas de hospedajes para observadores de aves, los distintos tipos de vegetación y la cocodrilera. Además, escucharon la historia del lugar.
En la zona del comedor comunal, que está a pocos metros del muelle, se percibe el olor a comida. Un colectivo de 24 mujeres de la comunidad son las encargadas de preparar el menú principal: seco de gallina criolla, ceviches y arroz con menestra y pescado. Los costos de los platos varían entre $ 3 y $ 4.
Según el MAE, las visitas son en la mañana y en la tarde. La idea es que un guía acompañe a grupos de 14 turistas. Los viajeros podrán llegar a la zona en intervalos de 15 minutos, con la finalidad de que aprovechen el conocimiento compartido por los guías.
Los turistas alemanes y ecuatorianos que llegaron este viernes estaban impresionados por las construcciones que se observaron, por lo que sugirieron a las autoridades que promuevan más viajes entre semana al sitio.
Las construcciones en diversos espacios de la isla continuaban este viernes. El Ministerio del Ambiente proyectó que la Santay podría superar, en cantidad de visitas, a las islas Galápagos. La entidad atribuyó esa proyección porque el ingreso, a través de puentes, será gratis y por la cercanía del lugar.