La noche del lunes 26 de diciembre, tres barcazas, de un grupo de cinco que se encontraban amarradas en lo que alguna vez fue un muelle en el río Guayas en la zona sur de Guayaquil, a la altura de la punta sur de la isla Santay, se desataron y empezaron un placentero crucero que las llevó a tomar rumbo por la parte trasera de la isla en el que historicamente se conoce como brazo de Santay.
El Cuerpo de Bomberos de Durán, ciudad vecina de entrente de Guayaquil, da la alerta la mañana del martes 27 al servicio Ecu 911 de que una embarcación a la deriva va en dirección del puente Durán Santay. Nadie reacciona. Todo ese día al son de la corriente de la marea las embarcaciones se aproximaban hacia la salida natural, a las 21 horas se da el primer impacto, luego el segundo y finalmente una tercera barcaza.
La ciudadania que vive en las inmediaciones no escapan de su sorpresa. Inicialmente se pensaba, como lo ocurrido en agosto de 2018 que eran embarcaciones esperando ser dehuesadas en una de las empresas ubicadas en ese sector. Pero no, eran 3 embarcaciones de más de 80 metros de eslora y 20 metros de ancho que como en un placido crucero se desplazaban a vista y paciencia de todos.
El debate se volvió a abrir y por supuesto las voces de que los puentes desaparezcan no se hicieron esperar. Se habla de los 6 accidentes ocurridos pero no de las razones. Al escuchar los argumentos se podria creer que el puente apareció de repente y golpeó a las embarcaciones.
Los puentes desde su apertura tienen un protocolo de operación para la parte basculante, es decir que toda embarcación cuya altura a marea alta sea tal que no puede pasar, debe solicitar que el puente se levante. Pero tampoco a cualquier hora, ya que la embarcación debe alinearse para pasar y esto requiere cierta tranquilidad en el rio y para eso la naturaleza ayuda con las mareas. Una vez que se llega a la marea alta o la marea baja, hay un tiempo hasta que se realice el cambio de marea de 10 y 45 minutos que permite el paso tranquilo y seguro de los barcos.
Para un buen capitan o comandante de la nave esto no reviste ninguna dificultad. Miles de veces durante estos últimos 8 años el puente ha sido levantado para el paso de los barcos.
En el caso del puente Duran Santay, los impactos ocurridos en 2018 y el reciente de hace pocos días fueron por barcos chatarra sin tripulacion.
En los casos del puente Santay Guayaquil, fueron por maniobras que no respetaron los protocolos existentes.
No es la solución destruirlos. La solución es construir compromisos de gestión para potenciarlos.
La comunidad de Santay los necesita. La poblacion de Guayaquil y Duran los requiere.
Aquí lo que hay que investigar es cómo tres embarcaciones fantasmas que ahora resulta que no tienen dueño se pasearon alegremente en un crucero de 36 horas sin que NADIE sepa porqué ni reaccione a pesar de las alertas. Es esa la navegabilidad que se quiere promocionar para el río Guayas?.
Fuente: GoogleEarth y Ciport&Tecnac