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03 diciembre 2025

Santay: cuando la infraestructura falla y la empatía también


Aprecio profundamente a los ciclistas que han visitado Santay desde la apertura de las ciclovías. Su presencia, bien gestionada, puede ser positiva. Pero es importante recordar que los primeros daños en la infraestructura aparecieron apenas a pocos meses de inaugurarse, y fue el propio ministro de Ambiente de ese entonces —creo que Daniel Ortega— quien advirtió públicamente sobre el pésimo material utilizado y la forma antitécnica en que fue colocado, además de que el mismo Presidente de la República desistió de volver a circular en bicicleta en Snatay.

Tan deficiente fue la construcción que varias obras nunca llegaron a entregarse oficialmente. Terminaron en procesos judiciales, quedaron sin responsables claros y, hasta hoy, viven en una especie de “orfandad institucional”: cuando toca rendir cuentas, nadie es padre del guagua.

La ciclovía y el puente sirven al turismo, sí, pero su razón principal es garantizar la movilidad de la comunidad de Santay. En el reciente choque de la embarcación María José contra el puente, no vi a ningún colectivo ciclista acercarse a preguntar:
¿Qué pasó? ¿Cómo se puede ayudar? ¿Cómo van a trasladarse los niños, trabajadores, personas enfermas? ¿Tendrá la comunidad el dólar necesario para entrar y salir en canoa?

Con franqueza: en muchas reacciones de ciclistas no he visto solidaridad ni empatía hacia la población local. Veo reclamos centrados solo en el uso recreativo de la ciclovía, pero casi nunca preocupación por quienes viven allí y dependen diariamente de ese acceso.

Quisiera dejar una reflexión: la Ley de Áreas Protegidas siempre ha establecido que el ingreso a Santay es gratuito para las personas, pero no dice nada sobre el ingreso con bicicletas, cuyo impacto es mucho mayor en una infraestructura frágil y mal construida. El peso de una persona no es igual al de una persona más una bicicleta, concentrado en dos puntos de carga: ese desgaste tiene un costo real que nadie está cubriendo.

Y aquí surge un punto clave: la nueva Ley de Áreas Protegidas 2025 permite que las áreas protegidas establezcan tarifas de ingreso, de acuerdo con su realidad, fragilidad y necesidades de gestión.
Si hay un sitio donde esta medida es no solo razonable sino urgente, ese sitio es Santay.

El modelo original —que la comunidad alquilara bicicletas para generar recursos destinados al mantenimiento— nunca funcionará si la mayoría de visitantes ingresa con bicicletas propias sin pagar nada, generando un desgaste sistemático del que nadie se responsabiliza.

Tampoco he visto a grupos ciclistas llegar sin bicicletas, pero con herramientas —martillos, pernos, sierras, plantas eléctricas— para organizar jornadas de reparación comunitaria. Con brigadas de 20 o 30 personas, en cuatro fines de semana podría haberse recuperado gran parte de la infraestructura. Eso sí sería un verdadero aporte.

En cambio, lo que hemos visto son plantones y recolección de firmas pidiendo al Estado que repare lo que lleva más de una década deteriorándose. Y así, esperando siempre que otros actúen, podemos seguir años.

Santay necesita aliados reales: personas que entiendan que este no es solamente un lugar para pedalear, sino un hogar, un humedal frágil y un patrimonio natural y humano que requiere respeto, compromiso y corresponsabilidad.

La nueva Ley 2025 abre la puerta a una gestión más justa y sostenible. Pero esa posibilidad solo servirá si entendemos que cuidar Santay no es gratis, y que quienes la usan —todos— deben asumir su parte de responsabilidad.

20 noviembre 2025

La Balsa Blanca y yo: una historia que permanece a flote


En tanto que ingeniero naval y apasionado por la historia del río Guayas y de la isla Santay, siempre he sentido una profunda atracción por las arquitecturas que nacen del agua. Quizás esa afinidad comenzó mucho antes de que yo pudiera explicarla, en mis años viviendo en Las Peñas, el barrio colonial de Guayaquil.

Allí, al borde mismo del río Guayas, respiraba un aire salino mezclado con historia y con las voces del manglar que se colaban por mis ventanas. Ese entorno me enseñó que el río no es solo paisaje: es memoria, cultura y biografía.

En ese universo fluvial, ninguna estructura me tocó tanto como la Balsa Blanca, memoria emblemática del sistema Guayas–Babahoyo.

La Balsa Blanca: memoria flotante del Babahoyo

Durante más de un siglo, la Balsa Blanca fue uno de los símbolos más queridos del río Babahoyo. Construida hacia finales del siglo XIX, esta casa flotante de dos pisos se convirtió en el primer hotel de Babahoyo, refugio de viajeros, comerciantes y familias que vivían entre mareas y corrientes.
Su arquitectura de madera, sus 120 m² y su vida cotidiana sobre el agua la transformaron en una postal viva de la identidad anfibia de Los Ríos.

Pero es importante recordar que las casas flotantes no fueron exclusivas de Babahoyo

.
En el Guayaquil de finales del siglo XIX, también existieron estas viviendas modestas y sencillas, levantadas sobre balsas o pontones, donde se alojaban comerciantes y trabajadores fluviales del cacao, café, frutas y maderas. Eran parte de una ciudad anfibia hoy casi olvidada.

La Balsa Blanca era más que una estructura: era una forma de habitar el río. Por eso su hundimiento en 2007 se vivió como un cierre de época.

Mi vínculo personal con la Balsa Blanca

La visité por primera vez en 1996, y quedé cautivado por su equilibrio poético: maderas que respiraban humedad histórica, pisos que guardaban el eco de mareas antiguas, una vida construida sobre el agua.
Desde entonces, se convirtió en un amor platónico, en una presencia persistente de mi memoria fluvial.

En 2005, pese a estar fuera del país, sentí el impulso de intentar salvarla. Cuando lo comenté, recibí una frase que me acompañó como un pequeño motor:
“Sí, ¿por qué no? dale.”
Con ese impulso envié a mi entrañable amigo Boris Loján Araujo a conversar y hacerle la propuesta a su dueña.
No aceptó.
Y cuando la Balsa Blanca se hundió en 2007, sentí que se iba con ella un fragmento esencial de nuestra memoria ribereña.

De la Balsa Blanca al Observatorio de Santay

A veces el río devuelve, en otra forma, lo que la vida se lleva.
Años más tarde se levantó el Observatorio de Santay, construido también sobre las aguas del río Babahoyo, en el mismo sistema de humedales donde la Balsa Blanca vivió más de un siglo.

Siempre he sentido que el Observatorio es, de algún modo, el tataranieto de la Balsa Blanca:
ambos nacen del agua, dialogan con la naturaleza anfibia y reconocen al río como hogar y horizonte.

La Balsa Blanca surgió de la tradición ribereña; el Observatorio lo hace desde la educación ambiental contemporánea.
Pero ambos comparten la misma raíz:
la certeza de que el agua también puede ser arquitectura.

Un deseo: contar la vida de la tatarabuela


Cada vez que hablo de la Balsa Blanca, siento que su historia sigue pidiendo un espacio.
Por eso, uno de mis deseos es poder dedicar en el Observatorio de Santay una exposición temporal a esta tatarabuela flotante:
su vida, sus habitantes, su belleza humilde, su lugar en la memoria del Guayas y el Babahoyo, y su inesperada descendencia en forma de aula flotante.

Sería un homenaje necesario a esa arquitectura ancestral que nos enseñó que vivir sobre el agua era, y sigue siendo, una forma de pertenecer al territorio.

Un patrimonio que inspira futuro


Recordar la Balsa Blanca no es un acto de nostalgia, sino de continuidad.
Es reconocer que el sistema Guayas–Babahoyo ha sido históricamente anfibio, que nuestra relación con el agua es antigua, cultural y viva.

Ese legado inspira lo que hoy hacemos desde el Observatorio de Santay:
mostrar que el humedal es espacio de vida, cultura y encuentro, y que la memoria que flota no se hunde: se transforma.

Desde las casas flotantes del siglo XIX hasta el Observatorio contemporáneo, las aguas del Guayas y Babahoyo siguen siendo escenario de historias que conectan, renacen y perduran.






10 septiembre 2025

“Visión”: creatividad juvenil en el Observatorio de Santay


El
Observatorio de Santay inauguró su 16ª exposición, titulada “Visión”, con la participación de niños y jóvenes del Taller de Arte Plaza Casuarina.

La muestra reúne obras llenas de color, imaginación y frescura que reflejan la capacidad creativa de los más jóvenes, quienes, desde sus pinceles y trazos, ofrecen una mirada propia al mundo que los rodea.

Más de 50 personas asistieron a la apertura, compartiendo un ambiente de alegría, diálogo y celebración. Esta exposición confirma una vez más que Santay no es solo un humedal de gran valor ecológico, sino también un espacio donde la cultura y el arte florecen como parte de la vida comunitaria.

“Visión” estará abierta al público en el Observatorio de Santay hasta finales de este mes de septiembre 2025. Invitamos a visitantes y amigos a descubrir estas expresiones artísticas que dan continuidad al espíritu de nuestro proyecto: ser la ventana cultural del humedal.
Fotos: Marco Martínez









13 agosto 2025

El Humedal Santay Brilla en la COP15: Doble Galardón Internacional para el Observatorio de la Isla

El pasado 27 de julio de 2025, el Observatorio de la Isla Santay vivió un momento histórico: recibir dos Estrellas de los Humedales de parte de Wetland Link International (WLI), en el marco de la COP15 de los Humedales celebrada en Victoria Falls, Zimbabue.

Este reconocimiento nos coloca entre los 16 centros distinguidos a nivel mundial en 2025, y entre los pocos en recibir dos galardones simultáneamente.

El Ing.Daniel Guerra, MSc. delegado del Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica del Ecuador a la COP 15, recibió los galardones otorgados al Observatorio de Santay. Foto cortesia D. Guerra.

Un reconocimiento que trasciende fronteras

Las dos Estrellas obtenidas destacan aspectos esenciales de nuestro trabajo:
  • ⭐ Categoría Personas: por el compromiso, la creatividad y la dedicación del equipo humano que hace posible el Observatorio.

  • ⭐ Categoría Facilidades: por ofrecer un espacio accesible, educativo y atractivo, que permite al público visitar, aprender y disfrutar en contacto directo con el Humedal Santay.

Más que un premio, se trata de un respaldo internacional a la labor constante de conservación, educación ambiental y participación comunitaria que impulsa nuestro proyecto.





Agradecimientos que nacen del corazón

Estos logros no serían posibles sin el aporte y la confianza de muchas personas y organizaciones. Nuestro más profundo agradecimiento a:

  • WLI y a los jueces internacionales, por reconocer nuestro trabajo y el valor del humedal Santay.

  • Nuestros monitores, pobladores de la Isla Santay, que reciben y guían a cada visitante con dedicación y calidez.

  • Los miembros de Amigos de Santay, que acompañan cada iniciativa.

  • Los artistas que han dado vida a nuestras 15 exposiciones, llevando cultura y creatividad a este espacio flotante.

  • Y todas las personas que han hecho suyo el Observatorio como un lugar donde se aprende sobre nuestro humedal y nuestra cultura.

Un espacio vivo y compartido

Desde su inauguración en 2022, el Observatorio ha sido mucho más que un punto de información: es un puente entre la ciencia, el arte y la comunidad.

Cada exposición, charla y actividad es una oportunidad para dialogar con el territorio y con quienes lo habitan, fortaleciendo el compromiso con la conservación y el orgullo de pertenencia.

Mirando hacia el futuro

Recibir este doble galardón en la COP15 nos impulsa a seguir construyendo un espacio abierto, participativo y vivo, que inspire a nuevas generaciones a cuidar y valorar los humedales.

Santay es naturaleza, es cultura, es comunidad… y hoy, más que nunca, es también un ejemplo de que la unión de esfuerzos puede trascender fronteras.

En mi calidad de Gestor y Director del Observatorio de Santay, miembro del WLI quiero decirles: ¡Gracias a todos por ser parte de este logro! 

Fotografías: Wladimir Torres

17 junio 2025

Santay Expone su Ciencia: Infografías que Revelan los Secretos del Humedal

Una exposición en el Observatorio de Santay celebra el Día del Ambiente con imágenes que traducen la ciencia en conocimiento accesible para todos.

Un Observatorio al Servicio de la Comunidad y del Planeta

El pasado 7 de junio, en el marco del Día Mundial del Ambiente, el Observatorio de Santay inauguró una exposición de infografías científicas que resumen los hallazgos de cuatro estudios recientes realizados en el humedal Isla Santay. Esta iniciativa busca acercar la ciencia a la comunidad y reafirmar el papel del Observatorio como Centro de Información del Humedal Santay, reconocido por la Red Mundial de Humedales (WLI).

Las infografías fueron elaboradas por José Delgado Mendoza, director del Observatorio y mentor de la Asociación Amigos de Santay, quien ha liderado los esfuerzos de divulgación científica en la isla.

Cuatro Estudios que Inspiran Acción

Durante el evento, se presentaron los siguientes estudios:

  • El Caracol Africano: Se investigó la presencia de esta especie invasora. Aunque no se encontraron ejemplares, se identificó una especie nativa, lo que resalta la importancia de la vigilancia ecológica.
  • Diversidad de Aves: Se registraron 30 especies en la temporada de lluvias y 41 en la seca, confirmando el valor de Santay como refugio para aves migratorias y residentes.
  • Contaminación por Microplásticos: Se hallaron 692 partículas en los sedimentos, especialmente en la zona norte, lo que plantea preocupaciones sobre su impacto ambiental.
  • Polinizadores en Santay: Se identificaron 69 tipos de polinizadores, esenciales para la reproducción de plantas y la salud del ecosistema.

Puedes consultar uno de los estudios publicados sobre la contaminación por micro plásticos presentes en los sedimentos de la isla Santay en el siguiente enlace.

Voces de la Ciencia y la Comunidad

Durante la ceremonia, Sonia Rodríguez, secretaria de la Asociación Amigos de Santay, dio la bienvenida a los asistentes. También participaron los investigadores Dra. Leila Zambrano, Dr. Enrique Arizaga y Dr. José Hernández, quienes compartieron sus experiencias y destacaron la importancia de continuar investigando en territorios como Santay. Un estudiante de la Universidad Agraria también ofreció unas palabras, reflejando el valor educativo de estos proyectos.

Un Espacio Vivo para la Ciencia Compartida

El Observatorio, construido con materiales sostenibles y flotando sobre el río, se consolida como un espacio cultural y científico. Esta exposición marca el inicio de una serie de presentaciones futuras, conforme avancen nuevas investigaciones en el humedal.

Compromiso con el Futuro del Humedal

Con esta iniciativa, Santay no solo protege su biodiversidad, sino que también cultiva una ciudadanía más informada y comprometida. 

Porque en Santay, la ciencia no se guarda: se vive, se comparte y se celebra.

 

 Participantes de la exposición se trasladan por el río Guayas rumbo a la Isla Santay, en un recorrido comunitario previo al evento ambiental del 7 de junio.

Panel expositivo dentro del Observatorio de Santay, con infografías científicas sobre avifauna y polinizadores en la isla. A través de mapas, fotos y gráficos, los estudios traducen el conocimiento académico en herramientas visuales.

 Foto grupal junto a la infografía “Evaluación de la contaminación por micro plásticos en los sedimentos de la isla Santay”, elaborada por investigadores y estudiantes universitarios y presentada en el Observatorio de Santay como parte del intercambio académico sobre el humedal Santay.

Investigadores y estudiantes presentan el estudio sobre polinizadores de la isla Santay , como parte de una jornada de intercambio académico y social en el Observatorio de Santay.

09 mayo 2025

Impulsar el Turismo en Isla Santay: Una Oportunidad para su Desarrollo Sostenible

La Isla Santay, un tesoro natural y cultural ubicado en Ecuador, alberga una comunidad de 315 habitantes cuyo sustento depende en gran parte del turismo y la conservación del ecosistema. Sin embargo, la falta de infraestructura turística limita el flujo de visitantes y las oportunidades económicas. Mejorar la infraestructura podría transformar Santay en un destino atractivo, fomentando el desarrollo sostenible y asegurando el bienestar de sus habitantes.

Conocimiento de las Autoridades y la Falta de Acciones Concretas

Las necesidades de la población de Santay son conocidas por instituciones como el Ministerio de Ambiente, Agua y Transición Ecológica, los Municipios de Durán y Guayaquil, y la Prefectura del Guayas. Estas entidades han visitado la comunidad con el propósito de evaluar la situación y buscar soluciones para recuperar los niveles de turismo previos a la pandemia de COVID-19. Sin embargo, hasta el momento, estas visitas no se han traducido en proyectos concretos para mejorar la infraestructura turística, lo que ha afectado el desarrollo económico de la isla.

El Desafío de la Asociación de Servicios Turísticos de Santay (Asosertu)

La Asociación de Servicios Turísticos de Santay (Asosertu), conformada por pobladores de la isla, enfrenta serias dificultades debido a la falta de visitantes. Su operación depende directamente de los ingresos generados por el turismo, los cuales son fundamentales para el mantenimiento de la infraestructura turística. Sin turistas, los ingresos disminuyen, lo que impide realizar mejoras necesarias para brindar una experiencia de calidad a los visitantes. A pesar de las quejas justificadas de los turistas por el estado de la infraestructura, la comunidad no puede solventar los problemas sin el apoyo de los gobiernos locales y nacional.

Beneficios de Mejorar la Infraestructura Turística

1. Mayor Afluencia de Turistas

Un acceso mejorado, áreas de hospedaje ecológico y servicios turísticos eficientes harían de Santay un destino más accesible y atractivo para visitantes nacionales e internacionales.

2. Incremento en los Ingresos Locales

Con más turistas, los negocios locales—como restaurantes, tiendas de artesanías y guías turísticos—podrían aumentar sus ingresos, brindando mejores oportunidades económicas a la comunidad.

3. Preservación del Entorno Natural

Implementar una infraestructura sostenible permitiría equilibrar el turismo y la conservación del ecosistema, evitando el impacto ambiental negativo y promoviendo un modelo de turismo ecológico.

4. Diversificación de Actividades Turísticas

Además de senderos y experiencias ecológicas, el Observatorio de Santay, una plataforma flotante junto al muelle de la comunidad juega un papel clave en la educación y promoción turística. Desde agosto de 2022, ha organizado 14 exposiciones de arte, historia y biodiversidad del Humedal Santay. Su director, José Delgado Mendoza, busca implementar actividades educativas para niños, haciendo las visitas más atractivas y enriquecedoras.

Retos Infraestructurales en Santay

Si bien la comunidad cuenta con dos embarcaciones con capacidad para 40 turistas cada una, el principal problema es la falta de un muelle propio en Guayaquil, lo que dificulta el acceso de visitantes. Actualmente, las visitas por el río son la mejor opción, ya que los 1.800 metros de caminera y ciclovía que conectan Guayaquil con Santay requieren reparaciones urgentes debido al uso y a su mala calidad de construcción.

Propuestas para Mejorar la Infraestructura

  • Construcción de un muelle en Guayaquil: Facilitaría el acceso directo a la isla, aumentando el flujo turístico.

  • Restauración de la caminera y ciclovía: Mejoraría la conectividad terrestre y la experiencia de los visitantes.

  • Desarrollo del Observatorio de Santay: Incluir actividades interactivas para niños y turistas.

  • Alojamientos sostenibles: Cabañas ecológicas y áreas de camping con servicios básicos.

  • Promoción del turismo digital: Creación de una plataforma web con información turística, reservas y experiencias interactivas.

  • Capacitación local: Cursos de atención al turista y conservación ambiental para los habitantes.

Compromiso con la Educación y el Desarrollo Comunitario

Además de los esfuerzos para mejorar el turismo, la Asociación Amigos de Santay, de la cual José Delgado Mendoza es miembro, trabaja en la repotenciación de la escuela de la isla. Su objetivo es garantizar que docentes y alumnos cuenten con un espacio seguro, equipado con agua potable, electricidad e internet, para mejorar la calidad educativa y fortalecer el desarrollo de la comunidad.

Conclusión

Invertir en la infraestructura turística y educativa de Isla Santay no solo impulsaría la economía local, sino que también fortalecería la identidad cultural y la conservación ecológica. Con planificación y compromiso, Santay tiene el potencial de convertirse en un modelo de turismo sostenible en Ecuador.

05 febrero 2025

La escuela Jaime Roldós Aguilera de la isla Santay celebró los 25 años de su creación.

La Isla Santay, ubicada frente a Guayaquil, es un lugar lleno de historia y tradición. En 1998, la comunidad de la isla inició un proyecto educativo que cambiaría su vida para siempre: la construcción de la primera escuela en la isla. Este proyecto no solo proporcionó un lugar para la educación de los niños, sino que también se convirtió en un centro comunitario donde se desarrollaban eventos culturales, talleres y cursos de capacitación.

La escuela fue inaugurada en enero de 2000, y desde entonces ha sido un símbolo del trabajo comunitario y la unidad de los habitantes de la isla. El edificio original incluía un salón de clases, un dormitorio para los maestros, una cocina, una biblioteca y una sala de atención médica. Con el tiempo, se realizaron mejoras y reparaciones para asegurar que la escuela siguiera cumpliendo su misión educativa.

En 2010, gracias a la colaboración del gobierno, se construyó una nueva escuela moderna y funcional. Esta nueva instalación permitió a la comunidad continuar su compromiso con la educación y el desarrollo social. 

A lo largo de los años, la escuela ha sido un lugar de encuentro y aprendizaje para los habitantes de la isla. Ha servido como un espacio para la alfabetización de adultos y ha sido el escenario de numerosos eventos culturales y comunitarios. La escuela también ha sido un lugar de encuentro para visitantes y turistas, destacando la importancia de la isla como un sitio protegido y declarado Humedal del Ecuador y sitio RAMSAR.

Es importante resaltar y agradecer el apoyo que la escuela ha recibido para su mantenimiento a lo largo del tiempo de parte de la comunidad de la isla, de Los amigos de Santay de Guayaquil y Ginebra, de la Asociación Sol de América y de la Fundación Latitud. 

CELEBRACION DE LAS BODAS DE ORO

El sábado 1 de febrero de 2025, la escuela de la Isla Santay celebró su aniversario 25 con una serie de actividades y eventos especiales. La comunidad se preparó para recibir a los visitantes y celebrar este importante hito con actividades culturales y artísticas.



Mesa directiva en la celebración de los primeros 25 años de la escuela Jaime Roldós Aguilera de la isla Santay, de izq. a der. Sr. Patricio Cajas, presidente de la Asoc. Amigos de Santay, Sra. Lucia Reina, representante de los padres de Familia, maestra Ena Gomero, Directora y profesora de la escuela, maestra  Ana Briones, profesora, Sr. Andrés Morán, Director del Area Nacional de Recreación Isla Santay, Sra. Jenny Cruz presidenta de la Asociación de Servicios Turisticos de Santay y ex maestra comunitaria de la escuela.


Alumnos y parte de los invitados


Jaime Rineo Saldaña, poblador reconocido por su apoyo a la escuela.


Fabiana Achiote, ex maestra comunitaria de la escuela y
pobladora reconocida por su apoyo a la escuela.


Francisco Domínguez, poblador reconocido por su apoyo a la escuela.


Jenny Cruz, ex maestra comunitaria de la escuela y
pobladora reconocida por su apoyo a la escuela.


Juan de Dios Reina, poblador reconocido por su apoyo a la escuela.


La ex alumna de la escuela Srta. Nayelli Vélez Gomero, 
en su actuación artística por la ocasión.

Sra. Lucia  Reina, pobladora reconocida por su apoyo a la escuela.

 El evento anual "Bolívar vuelve a Santay" es uno de los momentos más esperados, donde los niños de la escuela representan la llegada del Libertador Simón Bolívar a la isla en 1829.

El evento "Bolívar vuelve a Santay" no solo celebra la historia de la isla, sino que también fortalece las raíces culturales de la comunidad. Los niños asumen el papel del Libertador y participan en una ceremonia que incluye una reseña histórica y una calle de honor. Este evento ha sido una tradición anual desde 2016 y ha ganado aceptación tanto dentro como fuera de la comunidad.

Además del evento "Bolívar vuelve a Santay", la escuela organiza actividades deportivas, talleres artísticos y presentaciones culturales para celebrar su aniversario. La comunidad escolar y los padres de familia participan activamente en la organización de estas actividades, demostrando su compromiso con la educación y el desarrollo social

La celebración del aniversario 25 de la escuela de la Isla Santay es un testimonio del esfuerzo y la dedicación de la comunidad para mantener viva la historia y la cultura de la isla. La escuela ha sido un lugar de aprendizaje y crecimiento para generaciones de niños, y su aniversario es una oportunidad para reflexionar sobre el pasado y mirar hacia el futuro con esperanza y optimismo.

Gracias al esfuerzo de sus maestras Lcda. Ena Gomero y Lcda. Anita Briones la escuela garantiza una buena educación para los niños de la isla.



Licenciadas en Ciencias de la Educación Ena Gomero y Ana Briones, actual personal docente de la escuela Jaime Roldós.


Prof. Edgar Quinto primer alfabetizador de la escuela en 2000.

Para terminar, la escuela de la Isla Santay ha sido un pilar fundamental para la comunidad, proporcionando educación y un espacio para el desarrollo social y cultural.

Su aniversario 25 también es una celebración para la Asociación Amigos de Santay que han venido acompañándola durante toda su vida, es una celebración de su historia y un recordatorio de la importancia de la educación y la unidad comunitaria.

 La comunidad de la Isla Santay sigue trabajando junto a su escuela para asegurar un futuro brillante y prometedor para sus hijos y generaciones futuras.

 

FOTOS HISTORICAS