17 diciembre 2008

178 años de la muerte de Simón Bolívar

15 meses antes de morir el libertador hizo una cura en Santay.

El 17 de Diciembre de 1830 en Santa Marta- Colombia, Bolívar murió victima de males que lo aquejaban durante mucho tiempo. A propósito de la muerte de este insigne peronaje, existe un documento que relata ciertos pasaje de su presencia en la isla Santay.

En un artículo titulado EL LIBERTADOR Y SU MÉDICO EL Dr. REVEREND. LA HISTORIA CLÍNICA Y LA AUTOPSIA DE SIMÓN BOLIVAR, publicado en el volulmen 53 N0. 2 de la revista de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia en 2005, se puede leer lo siguiente:


"...De Bojacá partió en diciembre al Cauca a combatir un alzamiento del General Obando y la invasión del Perú al sur de Colombia (Ecuador) con la intensión de anexarse la provincia de Guayaquil. El Libertador todavía muy débil viajó a Guayaquil; el Mariscal Sucre ya estaba en el Ecuador, quedó al mando de los ejércitos y se terminó la guerra al derrotar Sucre a los ejércitos del Perú en la batalla del Portete de Tarqui el 27 de febrero de 1.829. En Guayaquil, Bolívar “cayó gravemente enfermo desde el 3 de agosto y estuvo en riesgo inminente de morir hasta el día 10 cuando comenzó a mejorar. Padeció un violento ataque de nervios y de cólera morbo con fuertes calenturas. Esta grave enfermedad que le dejará débil y extenuado, provino en parte del clima insalubre en la estación del invierno y de los cuidados de la campaña; pero se atribuye principalmente a una fuerte pasión de ánimo causada por los continuos ataques y escritos que se publicaron contra él….” Para reponer su salud tuvo que trasladarse a la isla de Santay al frente de Guayaquil (agosto 31). En carta al General O’Leary dijo “no es creíble el estado en que estoy, según lo que he sido toda mi vida, y bien sea mi robustez espiritual ha sufrido mucha decadencia o que mi constitución se ha arruinado en gran manera, lo que no deja duda es que me siento sin fuerzas para nada y que ningún estímulo puede reanimarme. Una calma universal o más bien una tibieza absoluta me ha sobrecogido y me domina completamente. Estoy tan compenetrado de mi incapacidad para continuar más tiempo en el Servicio Público, que me he creído obligado a descubrir a mis más íntimos la necesidad que veo de separarme del mando supremo para siempre…..”

Recomiendo se lea el artículo completo, pués trae detalles poco conocidos de la salud del Libertador y del ambiente en aquellos años de batallas libertarias.

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