Desde la orilla de Guayaquil, el puente peatonal que conectará la ciudad con la isla Santay comienza a tomar forma. Ya hay varillas de hierro y pilotes de
concreto.
Los trabajos empezaron en noviembre al pie del río Guayas, donde termina
la calle El Oro, en el sur de la urbe. Ahí, entre los muelles de
Industrial Molinera y los astilleros navales, unos 15 obreros arman las
bases de la estructura.
La obra la coordina el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda. Un
cartel de la ‘Revolución Ciudadana’ anuncia que la inversión es de USD
14 269 825,90. Está a cargo de la contratista Bueno y Castro Ingenieros
Asociados.
Según estudios previos, elaborados por la firma Geoestudio a un costo de
USD 420 000, el puente tendrá 1 200 metros lineales de largo por 4
metros de ancho. Será de hormigón, tendrá una ciclovía para cruzar el
río Guayas en bicicleta y una parte será movible para permitir el paso
de embarcaciones por el caudal.
El tramo hacia el cantón Durán conectará con el malecón de la ciudadela
Abel Gilbert Pontón, a un costo de USD 9 millones y su extensión será de
850 m lineales.
El Instituto de Compras Públicas (Incop) hizo la licitación y
actualmente fiscaliza los trabajos. Ángel Cueva, administrador de la
obra, explica que por ahora están limpiando el terreno para comenzar la
colocación de pilotes, 84 de hormigón y 32 metálicos.
Pero el Municipio de Guayaquil cuestiona el comienzo de la construcción.
En un comunicado, la Dirección de Ambiente del Cabildo señala que no
han recibido una notificación sobre el proyecto.
“No solo debería contar con el permiso de la Dirnea (Dirección Nacional
de Espacios Acuáticos), pues se interviene predominantemente en la zona
de playa y riberas; sino también con el Estudio de Impacto Ambiental del
Ministerio del Ambiente, ya que el proyecto impacta al río”.
En respuesta, Cueva asegura que todos los permisos están en trámite.
“Son obras que se ejecutan y en el trayecto se hace el trámite, porque
si se espera que nos lleguen los permisos pasan dos o tres años”.
La construcción genera inquietud entre los moradores. Algunos temen que
el puente cause inseguridad en la isla o la invasión de terrenos. El
grupo Amigos de Santay, una ONG que labora en el lugar, planteó como
alternativa el rescate del turismo fluvial a través del impulso de
embarcaciones.
En sus enlaces sabatinos, el presidente Rafael Correa ha resaltado esta
obra. En junio de 2011, cuando la presentó, dijo que de esta forma
agruparán 2 000 hectáreas de espacios verdes como parte del proyecto
Guayaquil Ecológico (que incluye al parque Samanes).
Junto a la orilla, desde Guayaquil, una barcaza traslada los pilotes
para la base del puente.
Un área protegida
Santay tiene una extensión de 2 214 hectáreas. Pertenece al cantón Durán
(Guayas). Acoge a 56 familias, a quienes el Gobierno entregó las
Ecoaldeas (a un costo de USD 2 millones).
En octubre del 2000, la zona fue declarada humedal Ramsar. Y desde
febrero del 2010 forma parte del Sistema Nacional de Áreas protegidas
como Área Nacional de Recreación. Es el hábitat de 128 especies de aves,
12 especies de reptiles y más de 13 tipos de mamíferos.
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