
Habría querido tener fotos más actuales, pero las que presento ahora enviadas por el Ing. Roberto Castello, nos muestran el avance en la parte final de trabajo.
La convención de RAMSAR sobre humedales aprobada en 1971, permitió que ecosistemas frágiles de importancia planetaria recibiesen un carácter de protección internacional, avalizados por los Estados que lo solicitan.
Las condiciones ecológicas de los mismos revisten importancia vital, sin embargo los pueblos que las habitan implican un factor de apoyo en gestión que en muchos casos ha sido desvirtuado o simplemente olvidado.
El caso de la isla Santay reviste una singularidad interesante, pocas han sido las amenazas reales sobre el humedal, y sin embargo regulaciones han sido adoptadas como fórmula de control más sobre la población que sobre el sitio mismo. Dicen que más vale curar en salud, pero las sobredosis también pueden destruir.
En una de las entradas de este blog había escrito sobre el humedal disfrazado de humedal. Hoy quisiera agregar algo más al tema, la idoneidad del Plan de Manejo.
La recuperación de la cobertura vegetal, el control de los animales domésticos (recurso económico y estrategia alimentaria los pobladores), la introducción de especies no endémicas, el programa de turismo no comunitario.
Todo estos proyectos provienen de un plan de manejo visto de manera exógena y no a partir de las necesidades de la población. Un poco como adecuar las condiciones a las requeridas por los visitantes.
Nuevamente la pregunta: El humedal Isla Santay fue declarado como tal como un gancho para el turismo, o por una necesidad de protección de la isla?
Vivir en una propiedad que no es la suya, sin tener derecho a reclamar por obras que se preparan y realizaran bajo el consentimiento de un proyecto turístico sin eco. Esa es la situación de los santayences.
Hoy 2 de febrero, Día de los Humedales. El Sitio Ramsar 1041 merece mejor suerte.
LA INCERTIDUMBRE QUE VIVE UN PUEBLO
Entre los aspectos que analizaremos debemos tomar en cuenta lo siguiente:
Sra. Mercy Zambrano León.
Estudiante de Derecho de la UPSE.
Hace 12 años fue presentada una petición para que la Isla Santay sea declarada Área Protegida. Hasta el momento, ninguna respuesta. Una nueva petición fue relanzada a la Ministra del Ambiente el 23 de marzo pasado, similar resultado. El 3 de septiembre la misma es presentada al Presidente de la República quien a través del SubSecretario General de la Administración Pública solicita a la Ministra del Ambiente responder a la solicitud. Siempre sin respuesta.
Desde 1996 han pasado 5 Presidentes de la República, 13 Ministros del Ambiente y la petición sigue siendo dando vueltas y cualquier respuesta es evitada. En el año 2000, ante la oposición evidente a tal declaratoria, el Comité Ecológico del Litoral (CEL), solicita que Santay sea reconocida como Sitio RAMSAR es decir Humedal de Importancia Internacional. Objetivo que se logra siendo el quinto sitio RAMSAR del Ecuador a la época.
Ser sitio RAMSAR es importante pero no suficiente en términos de protección. Incluso la convención RAMSAR recomienda a los gobiernos la posibilidad de declarar como Áreas Protegidas a sus sitios declarados, que es el caso de Santay.
Las razones ecológicas por las cuales Santay debe ser parte del Sistema Nacional de Áreas Protegidas han sido demostradas, y de ninguna manera se trata de una petición que involucre algún tipo de beneficio institucional o personal de quien las solicita. Todo lo contrario, los beneficios son para la isla, para la región, para el país, para el mundo.
Hay una sola razón por la cual una zona con caracteristicas y valores naturales importantes de ser salvaguardados no es interesante para un Estado. No hay voluntad política de que asi sea.
Pero de manera paralela, así como no hay voluntad gubernamental para con este importante espacio de patrimonio natural, no hay el menor interés por la población que lo habita, un poco más de 200 personas cuyos bisabuelos llegaron como mano de obra agro-ganadera desde 1946 según datos confirmados.
A finales de 1999, la población logra construir la única escuela de la isla, la misma que ahora sufre la fuerza del tiempo y necesita ser reparada. El apoyo de los Amigos de Santay en el extranjero se hace presente con los materiales y los padres de familia y población van a repararla en las próximas semanas con el mismo amor que cuando la construyeron. Mejor aún, hay el ofrecimiento del Ministerio de Educación de construir una nueva escuela, más segura frente al tiempo, debido a que la falta de recursos económicos y las permanentes inundaciones han tenido sus efectos. De llegar a feliz término esta construcción, la escuelita actual, símbolo del trabajo comunitario, seguirá su vida útil como centro de actividades de la Asociación de Pobladores San Jacinto de Santay. Mientras tanto el nuevo año escolar se acerca y 50 niños de esta escuela unidocente seguirán sus estudios primarios bajo el amor y la tutela de la maestra Ena.
La Isla Santay terminó con su larga historia de haciendas ganaderas en 1980 cuando fue expropiada por el gobierno a favor del Banco Ecuatoriano de la Vivienda (BEV) con el fin de realizar un proyecto de vivienda, el cual por razones técnicas nunca vio la luz. En el año 2002, mediante un "fideicomiso mercantil" el Gobierno de Gustavo Noboa cedió a la Fundación Malecón 2000 la administración de la isla por 80 años. Su finalidad constituye el realizar un proyecto recreacional, cultural y turístico. Al respecto, además de los senderos, el principal atractivo turístico hasta ahora son 11 cocodrilos en encierro provenientes del Parque Histórico y que según Malecón 2000 serán puestos en libertad en la isla en pocos años.
En el documento de fideicomiso no hay una sóla palabra en la cual se hable de la presencia y el futuro de la población que habita la isla, aún sabiendo muy bien de su presencia. Por el contrario, se hace referencia y en primeras líneas de la preservación de las diversas especies animales y vegetales existentes en la isla. Eso dice mucho del interés de los firmantes del fideicomiso en la población en Santay.
Un ejemplo es que el turismo no involucra a la población, ellos participan en ella pero nada tienen que ver con su organización. Lo que resulta ilógico cuando se presenta la oferta como eco-tuística.
La población está sujeta a las decisiones de los administradores del fideicomiso, cuando este documento ni los nombra. Casas de Hogar de Cristo les fueron donadas pero mas parecen cedidas, prestadas o cualquier otra figura pero no suyas. Más bien más de una oportunidad esas viviendas se han convertido en objeto de coacción para con los pobladores, a eso se le puede llamar cualquier cosa menos desarrollo comunitario.
La pena de todo esto es que ni el Banco de la Vivienda, legalmente propietario de la isla y representante del Estado; ni el Ministerio de Bienestar Social o su subsecretario del Litoral involucrados textualmente en el fideicomiso dicen algo respecto a la situación de la población. Claro, la misma no existe en este documento!
Publicada también en El Nuevo Empresario el 13 de enero de 2009
En esta reunión, se planteó a la población de Santay la pretendida intención de reemplazar a la maestra Ena Gomero. Las razón sería una supuesta falta a la moral y a la confianza de la población al haber matenido una relación sentimental hace 4 años con un poblador de la isla.
Para confirmar dicha "escandalosa" actitud dijeron tener como prueba una foto de la entonces feliz pareja paseando en algún lugar de Guayaquil. Aun si eso fuera verdad, lo que si sería escandaloso y hasta vil, es que argumentos como esos sean utilizados por quienes pregonan el Bienestar de la Familia Ecuatoriana. No se que autoridad educativa de gobierno alguno va a abrir un expediente por la simple razon de una relación sentimental que ya hasta fue olvidada por los protagonistas. El mecanismo es el de siempre, o hacen eso o se van o nos vamos.
Atentado a la moral?. Posiblemente, pero no aqui sino allá, en el país de las mil y una noches.
Y si todo eso se vive en Santay es porque esta población sobrevivie en un limbo legal increible. En ese vacio tan grande que el Estado ecuatoriano creó y no puede ver es que la población tiene las de perder. El Gobierno debería tomar el asunto en manos y llevar una solución definitiva.
Señores del Gobierno, Ministra de la Vivienda, Ministra de Bienestar Social: La población de Santay vive en la isla desde antes de que ustedes nazcan, desde antes de que sea expropiada, abandonada, y luego cuando las condiciones políticas lo permitieron entregada por "80 años" bajo un fideicomiso como figura mercantil.
El Defensor del pueblo debería tomar la tutela legal de la población hasta que sus DERECHOS sean bien aclarados y reconocidos ya que son muchos. Hasta ahora, y en calidad de pobladores nacidos y criados en Santay solamente han tenido DEBERES para con hacendados, Bancos, Ministerios y ahora una Fundación municipal de un cantón que no tiene jurisdicción sobre Santay. Una verdad que incomoda? no creo, solamente molesta !.
Bravo APIL por todo el trabajo y por permitirnos también ser parte de esta emoción.