Graznidos de aves, lamentos de los perros de agua, deslizamientos de 
reptiles se suman al inventario de autores de sonidos de la Santay, isla
 que es parte del cantón Durán.
De acuerdo con el Plan de Manejo  de la isla, elaborado en 2011 por 
el Ministerio del Ambiente (MAE), en el lugar existen las siguientes 
especies: florísticas (65), mangle (5), mamíferos (25) y aves (128). 
“Nosotros no les hacemos nada, respetamos la naturaleza”, comenta 
Domínguez.

En la visita programada en marzo pasado por el MAE, como parte de la 
inspección de obras del proyecto Guayaquil Ecológico, la entidad informó
 que existe una estrategia para evitar que la masiva visita de turistas 
-cuando esté lista toda la infraestructura del Plan Nacional de 
Recreación- exceda la capacidad de ese entorno natural.
Lorena Tapia, ministra del MAE, adelantó que se construirán casetas  
de registro para controlar el ingreso de los visitantes. Según la 
funcionaria, dichos espacios de vigilancia estarán en los accesos por 
los puentes y por las estaciones fluviales. “Vamos a establecer una 
pantalla en la que habrá que poner, por una sola ocasión, el número de 
cédula”.
De acuerdo con las proyecciones de la entidad, el sitio podría 
superar a Galápagos en la cantidad de visitas recibidas. Por ello 
estableció que la cantidad de carga que puede soportar la zona de 
recreación es de 450.000 personas anualmente.
Además determinó que los recorridos por los senderos naturales podrán
 realizarse en grupos de 14 personas. Los intervalos entre cada 
colectivo de turistas deben ser de 15 minutos. Todos acompañados de un 
guía. Se establecerá un horario de entrada y salida.

Parte de las obras que se ejecutan en Santay es una cabaña para 
hospedaje de aquellos turistas especializados en la observación de aves.
 La idea, además, es que personas que no vivan en el lugar se queden de 
forma irregular en la isla.
Según el Plan de Manejo, Santay fue dividida en las siguientes zonas:
 usos múltiples (59 hectáreas -ha-),  turismo y recreación (96,69 ha), 
restauración (697,94 ha), conservación (1.069 ha), subzona de 
conservación estricta (252 ha).
En la zona de recreación no está permitida la realización de 
fogatas,  fumar al aire libre, cacería, siembra de plantas exóticas, 
construcción de cualquier tipo de infraestructura, entre otras.
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| El arribo de los visitantes, también por vía fluvial, será controlado en puntos estratégicos.
 Foto: José Morán│El Telégrafo
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Para José Delgado, parte del colectivo Amigos de Santay, es 
importante que se ponga mucha atención en la entrada y salida de los 
visitantes por dos factores: la seguridad de  de los turistas y la de 
los mismos pobladores. En el primer caso, sugiere, pueden perderse; y en
 el segundo, el ingreso podría ser aprovechado por desconocidos para 
cometer actos delictivos contra los pobladores.
De la misma manera, el activista sugiere que debería crearse maquetas
 en escala para que los turistas puedan conocer la estructura interior y
 exterior de las viviendas. “Salvo decisiones personales de sus 
domiciliados que así lo decidan, no vemos la necesidad de que los 
pobladores abran sus viviendas a los turistas”.
 

Otras de las áreas habitadas será una cocodrilera con 11 especies, que estaban en riesgo.
Actualmente los visitantes pueden acudir a la isla por vía fluvial. Las naves parten del Malecón 2000 y el pasaje cuesta $3.00.
DATOS
Investigadores de Santay destacan que, por las 
cartas intercambiadas y por la descripción de historiadores y biógrafos,
 entre el 30 de agosto y el 15 de septiembre de 1829 el Libertador Simón
 Bolívar pasó en Santay reposando y curándose de una afección de bilis 
’mortal’.
Las Islas eran propiedad del Banco Ecuatoriano de la
 Vivienda y el 20 de septiembre del 2001 se creó el Fideicomiso 
Mercantil Isla Santay. El constituyente y el beneficiario fueron el 
Banco Ecuatoriano de la Vivienda, y el administrador del proyecto la 
Fundación Malecón 2000.
En octubre de 2000 fue declarada por la Convención Ramsar como un humedal de  importancia internacional. 
 Debido a su importancia
Debido a su importancia
 ambiental y para fines recreativos, las Islas Santay y Gallo fueron 
declaradas Área Nacional de Recreación e incorporadas al Sistema 
Nacional de Áreas Protegidas, mediante Acuerdo Ministerial  No. 21, de 
febrero 20 de 2010. 
La isla Santay, que antes fue usada para siembra y 
ganadería, se encuentra en la provincia del Guayas, cantón Durán. Esto 
es en el curso del Río Guayas y frente a la ciudad de Guayaquil.